El Gobierno estadounidense va a hacer todo lo que esté en su mano para obstaculizar el desarrollo de los ordenadores cuánticos en China
Tenía que suceder más pronto que tarde. Las sanciones desplegadas por EEUU durante los últimos cinco años con el propósito de frenar el desarrollo tecnológico de China se intensificaron el 7 de octubre de 2022 con la aprobación de un nuevo paquete de prohibiciones extremadamente riguroso. La Administración estadounidense está vigilando muy de cerca la industria china de los semiconductores, pero hasta ahora no parecía prestar atención a los avances de este país asiático en computación cuántica. Esto acaba de cambiar.
El Gobierno estadounidense ha confirmado que hará todo lo que esté en su mano para obstaculizar el desarrollo de los ordenadores cuánticos en China. Esta declaración de intenciones la ha realizado en el contexto del programa 'Chips and Science Act', un plan de 280.000 millones de dólares que destinará 52.000 millones de dólares expresamente al fortalecimiento de la industria estadounidense de los semiconductores. El Departamento de Comercio de EEUU ha perfilado con mucha claridad sus líneas rojas.
En el documento en el que explica qué va a hacer para impedir un uso inapropiado de los fondos del programa 'Chips Act' asegura que su propósito es "evitar que beneficie de forma directa o indirecta a países extranjeros de interés". La alusión a China es evidente. Además, este documento menciona expresamente y en varias ocasiones los semiconductores diseñados para trabajar en entornos de operación criogénicos por debajo de los 77 kelvin, por lo que es evidente que está centrando su atención, precisamente, en los ordenadores cuánticos.
Por qué las tecnologías cuánticas son tan importantes para EEUU y China
En el ámbito de la computación cuántica el Gobierno estadounidense puede hacer exactamente lo mismo que ya está haciendo en el dominio de la industria de los semiconductores convencionales: prohibir a las empresas y los centros de investigación de EEUU compartir o vender sus innovaciones a China. También puede extender su área de influencia a sus aliados para conseguir que Alemania, Países Bajos o Japón, que son algunos de los países que también están realizando avances significativos en computación cuántica, sigan sus pasos.
Sin embargo, lo que EEUU no puede impedir es que China emplee sus propios recursos para desarrollar sus tecnologías cuánticas. De hecho, el país de Xi Jinping lleva varios años invirtiendo en esta área. Y está obteniendo buenos resultados. En 2020 el grupo de investigación liderado por el físico Jian-Wei Pan logró transmitir un mensaje cifrado imposible de vulnerar entre dos estaciones terrestres separadas por una distancia de 1.120 km. En aquel momento fue un hito en comunicaciones cuánticas. Y hace apenas cuatro meses el Gobierno chino puso en marcha un plan de cinco años que persigue dar un espaldarazo definitivo al desarrollo de sus telecomunicaciones cuánticas.
Para las grandes potencias el desarrollo de las tecnologías cuánticas es fundamental. Si el avance tecnológico sigue su curso y los actuales prototipos de ordenadores cuánticos dan paso a máquinas con la capacidad de enmendar sus propios errores podrán ser utilizados para resolver problemas que son inabarcables para los superordenadores clásicos.
Se podrán utilizar, por ejemplo, para diseñar nuevos materiales o desarrollar medicamentos más eficaces. Por otro lado, las comunicaciones cuánticas permiten transmitir mensajes cifrados imposibles de vulnerar, una capacidad que también es crucial para dos potencias como EEUU o China. Veremos cómo responde el Gobierno chino a esta nueva línea de actuación de su homólogo estadounidense.
Imagen de portada: Google
Más información: Departamento de Comercio de EEUU
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