Ahora que parece (la culpa la tienen unos anuncios de Google, el colmo de las filtraciones) que están por llegar nuevos iMac de Apple, entre otros equipos renovados, vuelve la periódica discusión de si debería llevar unidad Blu-Ray o no.
Con el tema de las copias de seguridad solucionado con los discos duros externos (entre ellos esa maravillosa idea del TimeMachine) y los diferentes servicios web, no creo que el iMac sea un ordenador en el que la reproducción de discos Blu-Ray suponga un dato clave para su compra.
Entendiéndolo como soporte de vídeo de alta definición, los reproductores de sobremesa o los ordenadores multimedia son el lugar idóneo para el Blu-Ray, no en un ordenador de sobremesa que sería extraño que se usara para conectar a un televisor y tener un reproductor de alta definición. ¿Me equivoco en esto?
Estaríamos hablando de algo muy distinto si pensamos en profesionales o aficionados que quieran crear sus propios contenidos, pero en ese caso, una opción externa parece la solución menos traumática. O seguramente si pensamos en la renovación del Mac Mini, todos pensamos en ese caso que la unidad Blu-Ray es algo necesario.
Pasando ya al iMac como producto, el supuesto nuevo modelo que podría presentarse mañana mismo quizás con un simple cambio en la tienda de Apple, renovaría ligeramente el diseño para ser un poco más fino, probablemente con pantallas de tipo LED. Su tamaño se quedaría en las 20 y 23 pulgadas, con precios a partir de 1.100 euros. Y esperemos que con los Intel Core i7 como cerebro de la máquina.
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