No es la primera vez que nos topamos con un cacharro de GPD, una empresa china que intenta relacionar Android con videojuegos en un mismo dispositivo portátil. La compañía va evolucionando en proyectos, y algunos se les escapan en presupuesto, por lo que han decidido tirar de crowdfunding.
El protagonista de nuestra historia es GPD Win, una propuesta que cambia de acera para apostar por Windows 10. Os podéis imaginar que el gadget es cuando menos especial: es portátil, tiene mandos dedicados para juegos, lleva teclado incorporado, y cuenta con las posibilidades que le da el sistema operativo de Microsoft.
Básicamente lo que tenemos ahí dentro es un hardware Intel para portátiles, no demasiado potente - Atom Cherry Trail -, pero que tiene que dar vida a una pantalla táctil de 5,5 pulgadas que tampoco es excelsa en resolución: 1.280x720 píxeles. La pantalla cuenta con protección Gorilla Glass 3.
Vamos a pararnos en el hardware interno, que es un chipset Intel con procesador Atom x5-Z8500, está bien acompañado por 4GB de RAM en formato LPDDR3, y 64GB de memoria interna eMMC.
Es posible ampliar con tarjetas de memoria MicroSD de hasta 128GB. Podremos ejecutar juegos con una carga gráfica moderada, o bien tirar de títulos antiguos y emuladores.
Repasando el mapeado de botones, vemos que hay dos setas de control, un pad direccional, cuatro botones principales, cuatro gatillos, y todo un teclado QWERTY. Hay un puerto mini HDMI, un USB 3.0 de tamaño completo, y la autonomía de su batería de 6.000 mAh da para 6 horas de juego.
500 dólares es el precio al que quieren vender GPD Win, no parece alto para lo que ofrece. Se puede reservar en su campaña por 300 dólares - bastante más barato que el precio final -, y si todo sale bien, llegará a sus compradores en octubre de este año. ¿Qué os parece la idea?
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