El mercado de los PC está atravesando un momento desconcertante. A finales del pasado mes de mayo GFK anunció que ha crecido un 15% en el primer trimestre del año en España. Esta consultora trabaja con la estimación de ventas en negocio final, por lo que este dato es muy positivo y bastante alentador para el mercado local español. Sin embargo, la salud global del mercado no está tan clara si nos atenemos a las cifras que manejan IDC y Gartner para describir cómo se ha comportado el mercado durante el segundo trimestre de este año.
Según IDC las ventas han caído un 11,8% si las comparamos con el mismo trimestre del año pasado. Y lo que apunta Gartner va en esta misma línea. De hecho, defiende que en este período se distribuyeron un 10% menos de equipos que en 2014. Lo interesante es que los datos que acaba de hacer públicos Acer, que es el quinto mayor fabricante de PC del planeta, no son buenos. La marca taiwanesa ha reconocido que sus ventas han caído un 30% durante el segundo trimestre de este año, pero lo curioso es que parece tener muy claro qué equipos van a permitirle cambiar de rumbo y recuperar la buena salud.
Windows 10 está influyendo
En el diario taiwanés DigiTimes apuntan que Acer confía en que las ventas de equipos Chromebook, de sus convertibles «2 en 1» y de los PC para jugones le permitirán recuperarse durante la recién estrenada segunda mitad de este año. Lo que está bastante claro es que están jugando con la baza que posiblemente está detrás de la caída que ha experimentado el mercado global de PC durante los últimos meses: la inminente llegada de Windows 10.
El nuevo sistema operativo de Microsoft llegará a finales de este mes, y esto parece haber provocado que muchas empresas y usuarios opten por esperar hasta que esté disponible antes de actualizar su hardware actual. Para evitar esta situación, que es bastante habitual antes de la salida de un nuevo sistema operativo de los de Redmond, y, de paso, fomentar que los usuarios se pasen a la nueva plataforma y no se queden anclados en Windows 7, Microsoft optó por regalar la actualización a Windows 10 durante el primer año de vida de este sistema operativo para todos los usuarios que tienen una licencia de Windows 7 o Windows 8.1. Y aquí están incluidos todos los usuarios que hayan comprado un PC con Windows durante los últimos meses.
Parece bastante claro que las ventas de PC mejorarán a partir de la llegada de Windows 10, pero lo que no es fácil estimar es en qué medida se incrementarán globalmente cuando los usuarios que están esperando la llegada de esta plataforma se decidan a comprar. En cualquier caso, saldremos de dudas a principios del último trimestre de 2015, que será el momento en el que conoceremos cómo han ido las ventas durante el tercer trimestre. Como siempre, os mantendremos informados.
Vía | DigiTimes | Engadget
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