Aunque a algunos no les pueda atraer, personalmente el nuevo equipo de sobremesa de Lenovo me gusta y mucho.
El Lenovo 3000 K100 puede configurarse de múltiples maneras para obtener un ordenador de apenas 600 dólares sin monitor o uno con quad core por 1.200 dólares.
El equipo está pensado para gustar desde que lo miras, con una carcasa atractiva, puertos frontales y luces LED que se iluminan según el consumo del equipo. Y ahí es donde este Lenovo K100 juega bien: dispone de una especie de rueda desde donde regular la potencia y consumo del equipo, con tres modos, uno para potencia plena, otro automático que regula el propio ordenador dependiendo de lo que estemos haciendo en ese momento y un último de bajo consumo para cuando tenemos el equipos encendido de noche descargando archivos, por ejemplo.
Las funcionalidades un poco extrañas se completan con un teclado antibacterias y un botón de rescate frontal para retornar el sistema a un punto anterior en caso de catástrofe total del sistema operativo. Algo así como un reset pero funcional.