Completando el trío de presentaciones que ha hecho hoy Lenovo se encuentra una actualización de su ultraportátil, el Lenovo S10, en el que hay pocos cambios en el apartado hardware y se han centrado más en mejorar y añadir algunas funcionalidades.
Los más significativo de los cambios externos es que la pantalla pasa de 10 a 10.2 pulgadas, una ampliación poco apreciable. De entre las nuevas funcionalidades me gusta la de VeriFace, un sistema de identificación mediante el reconocimiento facial, con la que podemos usar nuestra cara para proteger los datos y el acceso al ultraportátil. También el que el trackpad sea multitáctil, lo que nos permitirá realizar gestos con varios dedos para controlar el ordenador.
A ello le suman el Lenovo Quick Start, algo que ya no me gusta tanto. Se trata de un sistema similar al que ofrece Asus en sus portátiles con ExpressGate, y que permite el arranque instantáneo con acceso a unas pocas aplicaciones, como un navegador, un cliente de Skype o un visor de fotos.
En un portátil de este tipo creo que hubiera resultado mucho mejor optimizar el tiempo de arranque del sistema operativo que venga preinstalado, de forma que no sea necesario utilizar una función adicional que la mayoría de usuarios desecharán, por limitada y por distinta a lo que usan habitualmente.
Finalmente, y ya casi anecdótico es Lenovo Social, un acceso directo a un portal con el que quieren facilitar el uso y la participación en redes sociales. El precio del Lenovo S10 con esta nuevas características se mantendrá igual que hasta ahora, en 350 dólares, y se empezarán a vender a partir de marzo.
Vía | JkOnTheRun.
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