El Macbook de Apple ya ha entrado como tema de conversación en las tertulias de las noches semi veraniegas de los sábados, sobre todo con amigos que han descubierto esta semana el mundo Apple a razón de que les comentara la existencia de Applesfera. Ha sido como una transformación total y ahora quieren estar enterados de todo lo que pasa alrededor de la manzana.
La pregunta de la semana ha sido, como era de esperar, si merece la pena o es necesario hacer un esfuerzo económico para pasarse a un Macbook Pro en vez de comprar un Macbook. Seguro que muchos de vosotros tenéis la misma duda. Pues sirva esta nota para intentar aclarar algo la mente y poder hacer la compra que más nos convenza.
En primer lugar, vemos lo que se encuentra en un MacBook Pro y que no podemos conseguir con un Macbook, obviando el tamaño de la pantalla.
- Carcasa de aluminio.
- Teclado iluminado.
- Sensor de iluminación ambiente.
- Pantalla autoregulable en luminosidad.
- Tarjeta gráfica independiente.
- Slot ExpressCard.
- Pantalla de mayor resolución.
- Opción de pantalla no brillante.
- Discos duros de más capacidad.
Además, la versión de 17 pulgadas añade otro puerto USB más y uno Firewire 800.
Como ves, en general no son factores muy determinantes excepto quizás la tarjeta gráfica independiente. La diferencia entre un Macbook y un Macbook Pro de similares características (2.0GHz, 512MB, 80GB disco duro) alcanza en precio los 650 dólares. Si la única pega que le pones al Macbook se refiere a que no vas a a poder jugar a lo último, más vale que gastes la diferencia en una buena consola.
Personalmente, una vez aclarado que la tarjeta gráfica no es determinante para el trabajo diario, lo único que me haría decantarme por un Macbook Pro sería la carcasa de aluminio y el teclado iluminado, pero es demasiada la diferencia para si quiera planteármelo.
¿Tú, con cuál te quedas?
Vía | Arstechnica.
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