No solo en las configuraciones de los nuevos portátiles de Dell nos vamos a fijar hoy. Hay una serie de mejoras globales en la serie Latitude y XPS que queremos comentar por separado, además del diseño, que se mantiene sobrio pero para el ámbito empresarial es una garantía de éxito.
Empezamos hablando del teclado, que además de ser retroiluminado como una opción más cuando configuramos un Latitude, ha sido rediseñado para ofrecer mayor comodidad de uso. Se ha cambiado el tacto de las teclas y la separación entre ellas, además de casi todos los factores que determinan la comodidad o no de un teclado. Imaginamos que costará acostumbrarse, pues una ligera variación suele costar un tiempo hasta que nos volvemos a acostumbrar, pero parece que ha sido para mejor. Nos ha gustado especialmente la idea del teclado iluminado, que ayuda mucho a trabajar con los portátiles en la oscuridad.
La batería es otra de las novedades de Dell en su gama Latitude. Vienen por defecto con unidades de seis celdas, pero tenemos la opción de ampliar a un modelo de 9 celdas. Si nos centramos en el modelo Dell Latitude E6400, con una pantalla de 14.1 pulgadas, Dell anuncia una ilusionante autonomía de hasta 19 horas, que además podemos recargar hasta en un 80% en una sola hora gracias a la tecnología ExpressCharge.
Las carcasas de los equipos, que vienen en colores a pesar de ser equipos para empresas y autónomos ( en principio), son de magnesio, lo que les da más durabilidad y menor peso.
Otro punto de mejora importante de estos portátiles Latitude es el USB PowerShare, que permite recargar dispositivos conectados a través del puerto USB aunque el ordenador no esté encendido.
En cuanto a la gama de portátiles XPS, Dell ya da la opción de colocar un disco SSD de 128 GB en sus modelos de 15 y 13 pulgadas con un coste de 450 dólares.
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