Microsoft Surface 3, probamos el nuevo dos en uno de Microsoft para el gran público

Muchos esperábamos que tarde o temprano Microsoft lanzara una versión más pequeña de Surface. La tercera generación la orientaron al sector profesional con hardware potente, dentro de las limitaciones físicas del dispositivo, pero dejaron una incógnita ¿y si hubiera un modelo con procesador más modesto? La respuesta es Surface 3, a secas, y aunque es menos “Mini” de lo que algunos se esperaban, es obvio que es más pequeño y también más accesible.

En palabras de representantes de Microsoft, Surface 3 es su dispositivo para el gran público. Han sabido mantener las principales claves del producto original pero también hay algunos elementos que cambian. El otro día tuvimos oportunidad de probarlo para traernos unas primeras impresiones sobre un dispositivo que, pese a sus modestas especificaciones, tiene mucha ambición.

Más de lo mismo, en el buen sentido

Cuando un fabricante escala su dispositivo de referencia a formatos más pequeños el principal afectado es el diseño y el factor forma. En este caso, Microsoft ha decidido mantener muy firme su apuesta y ha dejado casi todo intacto. Mismo diseño, elección idéntica de materiales y una sensación en mano que nos transmite la sensación de que estamos ante una copia tal cual de Surface Pro 3.

En los pequeños detalles nos encontramos las diferencias, por un lado ha reducido de peso y de grosor. Sutiles pero donde se empieza a dejar claro que Microsoft quiere que su Surface sea todavía más móvil. El conector magnético para la carga también desaparece en favor de un micro USB que se encarga de dicha tarea. Los conectores y salidas varias siguen intocables, Microsoft tiene claro que quieren llegar a un público más amplio y no ser una punta de lanza como lo quiere intentar Apple con su nuevo MacBook.

Los cambios en la bisagra, pasamos de reclinarlo en cualquier ángulo a tres posiciones, parece un paso atrás a priori. Es cierto que Microsoft cubre los principales usos pero queda la duda de si siendo fijo lo hará bien. Tanto en mesa como en el regazo era cómodo pero queda por ver cómo se porta cuando llevamos mucho tiempo con él.

En la pantalla se mantiene el ratio pero se reduce a 10,8 pulgadas con resolución Full HD. La tecnología del panel es la misma, ángulo de visión muy amplio, buen croma y temperatura bien calibrada, sobre la resolución es cuestión de gustos pero en el rato que he estado viendo imágenes con él no me ha parecido que necesite dar el salto a los números del Pro. Lo que también se mantiene es la tecnología táctil para usar con el lápiz. Precisa y con un poco de paralaje solo apreciable cuando estamos muy al detalle de lo que estamos trazando.

La principal duda que plantea Surface 3 es la elección del procesador. Atom siempre ha tenido fama de ser poco potente y una familia orientada a dispositivos poco exigentes como los netbook. Con Core M disponible, el salto a este modelo parecía el más lógico pero no, Microsoft elige por los 14 nanómetros y la arquitectura Cherry Trail.

Es pronto para lanzar conclusiones definitivas pero las primeras sensaciones con el rendimiento son positivas. Windows 8.1 se mueve de forma muy fluida y no hay retrasos en las diferentes animaciones. El SSD pone de su parte para aligerar los tiempos de carga pero queda por ver qué tal lidiará con aplicaciones más exigentes con el procesador y el consumo de RAM. Ahí es donde Atom tiene que demostrar que, de verdad, ha dado un salto de calidad.

A competir de tú a tú con otros dos en uno

La apuesta de Microsoft es arriesgada pero con un buen planteamiento. Con Surface Pro 3 le ha ido muy bien en determinados mercados y con este nuevo modelo quieren llegar a un público más grande. Se reduce el tamaño, las especificaciones y también el precio. La principal duda es Atom, en el rato que hemos estado con él se ha portado bien pero queda por ver cómo rendirá en el día a día. Va tener difícil justificar su posición en lugar de un Core M.

El precio, 599 en la configuración más baja, lo pone a competir con los dispositivos de fabricantes como ASUS, Lenovo y HP. Es atractivo pero cabe recordar algo importante: la funda/teclado sigue siendo un accesorio adicional (129 euros) y casi fundamental para disfrutar y entender Surface en su totalidad. Buenas sensaciones, pero con muchas dudas que resolver en nuestro futuro análisis.

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

VER 47 Comentarios

Portada de Xataka