Mountain GTM 3000, análisis (y III)

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16 Marzo 2012

Pablo Espeso

Del Mountain GTM 3000 ya hemos hablado de sus características y también comentamos su rendimiento en juegos y benchmarks. Hoy toca la recta final, las conclusiones.

Estamos ante un ordenador de gama muy alta, puntero y pensado para los que quieran un equipo al que exigirle cualquier cosa. Hablamos de un Intel Core i7-3930K ‘Sandy Bridge E’ de seis núcleos y doce hilos de proceso acompañado de 16 GB de memoria RAM DDR3, una cifra impensable hace unos pocos años y que incluso en la actualidad muchos consideramos exagerada. El colmo llega con el TriSLI de NVidia GTX 570 y el Intel 320 SSD de 120 GB, acompañado del par de discos duros tradicionales montados en RAID 0.

Resumen del análisis

Lo mejor: montaje y componentes elegidos

Sí, muchos comentaréis que podéis comprar las piezas por separado y montarlas por vuestra cuenta. Efectivamente, los que sabemos hacerlo nos ahorraremos un puñado de euros y tendremos un equipo con un rendimiento similar. Pero no todo el mundo sabe hacerlo.

Uno de los aspectos que más me han gustado del Mountain GTM 3000 es el montaje: todas las piezas perfectamente colocadas, los cables muy bien recogidos (la fuente es modular) y un gran espacio libre para que la refrigeración funcione correctamente. Hay algunos detalles que llaman la atención, como que todos los conectores lleven adosado un pequeño pegamento térmico especial para que no se salgan de su respectivo enchufe.

Por su parte, todos los componentes son de gran calidad. Por ejemplo la caja Antec o la fuente de alimentación (de 1.200 vatios montada para nuestro equipo de pruebas, en los ordenadores que vendan será otra también Antec de 850 vatios). La placa base, una Asus Rampage IV Extreme, es de lo más potente en la actualidad, mientras que el disipador a pesar de ser poco conocido (un PWM Quiet Computing LGA 2011) ha demostrado un comportamiento altamente eficiente.

El rendimiento

La potencia y rendimiento del Mountain GTM 3000 es realmente alta, como esperábamos. Estamos ante un equipo novedoso y que juega con un conjunto de componentes de alta potencia. Todos los juegos funcionarán correctamente, los programas se abrirán al instante (benditos seáis, SSD) y no habrá ningún problema de rendimiento.

En este punto podemos discutir sobre el Tri-SLI de NVidia GTX 570, una de las opciones que Mountain ofrece para su GTM 3000. Bajo mi punto de vista es una exageración que repercute enormemente en el ruido generado (muy, muy molesto) y el consumo energético (el ordenador doméstico más “consumista” que he probado jamás), además de por supuesto el precio de partida. Mi opinión es que es preferible optar por otras configuraciones más sencillas antes que por un CrossFireX o SLI.

Lo que le falta

No es el equipo perfecto, por supuesto. Al elevado precio de partida, unos 2.180 euros para la configuración más básica, hay que sumarle algunos inconvenientes que tiene.

Por ejemplo, el tiempo de carga tras un encenderlo es muy alto. Hablo de carga del equipo desde cero, con el sistema operativo al completo, que facilmente nos puede llevar unos 40 segundos. Por contra, apagarlo es prácticamente instantáneo.

Otro punto que podría mejorar es el SSD: un tímido Intel SSD 320 que alcanza unos 270 MB/s en lectura. Habiendo otros modelos mucho más rápidos que sobrepasan los 500 MB/s, ¿por qué no haberlos escogido?

Conclusiones finales

El Mountain GTM 3000 es uno de los equipos más potentes que uno puede comprarse. Es caro, sí, pero único en su especie y de gran calidad.

Soy el primero en reconocer que no es un ordenador para cualquiera. De hecho, la inmensa mayoría de usuarios pueden satisfacer sus necesidades con un equipo diez veces menos potente que éste. El GTM 3000 está pensado para jugar, que a día de hoy es uno de los usos más exigentes para un computador. Si buscas un ordenador y no vas a jugar con él, hay otras opciones igualmente válidas y mucho más baratas. En caso contrario he de reconocer que funciona a las mil maravillas.