El fabricante Shuttle tiene en el mercado dos ordenadores de sobremesa que nos llamaron la atención en su presentación. Hablamos del modelo Shuttle X50, un todo en uno con pantalla táctil bastante compacto y un ordenador de salón cuya principal característica es su pantalla táctil de 7 pulgadas integrada, el Shuttle D10.
Durante unas semanas los hemos estado probando y os los traemos en este análisis en vídeo en el que podéis ver de cerca cómo son y su comportamiento general.
Shuttle D10, con pantalla táctil frontal
El ordenador de sobremesa compacto o barebone Shuttle D10 es el primer ordenador del que os vamos a hablar. Configurable, en él encontramos mucha variedad de componentes donde elegir, y la mayoría de consumidores hallarán lo que necesitan.
Este Shuttle D10 podemos usarlo como ordenador de salón si así lo deseamos, pero en nuestras pruebas hemos comprobado que su tamaño es demasiado grande para ese menester y no encaja todo lo bien que desearíamos junto al televisor. Si bien es compacto en altura y anchura, el largo excede las dimensiones que querríamos en un ordenador de salón.
Por otro lado, el sistema de refrigeración se hace notar cuando le exigimos, y las primeras veces cuesta no estar atento al ruído de los ventiladores del equipo.
Lo más destacado de este equipo es que no estamos ante un equipo de bajo coste y rendimiento. Viene preparado para usar procesadores Intel Core 2 Duo y a pesar de no contar con gráfica dedicada, el vídeo en alta definición no nos ha dado muchos problemas. Pero sigue sin convencernos como ordenador de salón.
Por último, la pantalla de 7 pulgadas de tipo táctil de su frontal es su rasgo más destacado. Cuando lo usamos como ordenador de sobremesa resulta chocante, pero poco más. En modo ordenador de salón tampoco tiene mucho sentido ya que solo se limita a repetir el escritorio principal. Usarla para algo más específico puede tener más sentido. Nosotros al final la usábamos solo para no tener que conectar un ratón y teclado en usos esporádicos.
Shuttle X50, mejor cuando llegue Windows 7
El otro modelo que hemos analizado es un todo en uno con pantalla táctil y características de sobremesa de bajo coste y rendimiento. Aquí sí que no esperábamos un rendimiento espectacular y tan solo nos conformamos con que se trabaja bien viendo fotografías, navegando por Internet y moviendo alguna que otra aplicación de ofimática. Y en ese campo sí que nos ha gustado y respondido como esperábamos. El procesador Atom y la gráfica integrada no da para más.
El diseño de este Shuttle X50 es excelente, y su tamaño muy compacto. De hecho pesa poco más de 3.5 kg y es muy manejable, con lo que podemos llevarlo de un lado a otro con solo desconectarlo.
El Shuttle X50 viene con WiFi y lo que más llama la atención junto con el diseño es su pantalla táctil de 15.6 pulgadas, quizás un poco pequeña para tenerlo como ordenador de sobremesa principal, aunque se incluye un puerto VGA en la parte de atrás.
Como otros equipos con pantalla táctil, la ausencia de un interfaz que la aproveche es su principal pero, aunque la llegada de Windows 7 podría convertirlo en algo más apetecible. Si tenemos en cuenta el uso que se le va a dar en un hogar tradicional, lo que Windows 7 ofrece al consumidor será suficiente.
Quizás Shuttle debería haber optado, como han hecho otros fabricantes de equipos similares, por trabajar en una pequeña interfaz propia para aprovechar más esa pantalla táctil.
Con un precio de 500 euros, el Shuttle X50 es una buena inversión en los hogares que quieren un ordenador manejable, que sea sencillo de usar y que no ocupe mucho espacio en casa.