Primero, lo más usado, la refrigeración clásica, con ventiladores que mueven el aire. Despues, algo más avanzado, la refrigeración líquida, con una mayor eficiencia. ¿Y después? Vale, sí, el nitrógeno líquido, pero para los que no somos ricos existe la refrigeración por aceite.
Esto es lo más artesano que existe. Necesitaremos aceite (tal cual, de botella), un recipiente (preferiblemente no cristal, por si las moscas), un ordenador (las primeras pruebas mejor con ordenadores viejos) y un resultado final parecido al de la imagen, que pertenece a un Pentium II sumergido en 9 litros de aceite no-conductora.
Lógicamente, esto es muy muy casero y se puede mejorar, pero la idea base seguiría siendo la misma. Con esto se conseguiría un sistema de refrigeración totalmente pasivo (no hay ningún ventilador) y eficiente. Yo, por si acaso, continúo con los ventiladores no sea que necesite ordenador nuevo...
ACTUALIZACIÓN: Pues sí, se pueden freir patatas.
Vía | GizmoWatch