Aunque las primeras noticias apuntaban a una salida del Shuttle Barebone D10 solo en Japón, el fabricante ha decidido lanzarlo también en Europa. En un mercado ya bastante maduro como es el de los barebones es necesario destacar en algún aspecto relevante.
Y el Shuttle Barebone D10 lo hace con la pantalla integrada en la carcasa, con la cual es posible controlar sus funciones de forma táctil desde el frontal del ordenador. Esto permite, por ejemplo, usarlo sin necesidad de encender el televisor o monitor al cual esté conectado.
La pantalla táctil tiene un tamaño de 7 pulgadas y ofrece una resolución de 800 × 480 píxeles, lo mismo que ofrecían los primeros ultraportátiles. Por cierto, la función táctil es de tipo capacitivo, por lo que solo puede usarse con el dedo, aunque será mucho más cómoda que una de tipo resistivo.
El Shuttle Barebone D10 integra, además, una placa base con un chipset Intel G31, en la que podremos instalar un procesador Intel Core 2 Duo o un Celeron. La tarjeta gráfica integrada es un Intel GMA 3100 con soporte para dos monitores, el frontal y uno externo. De memoria soporta un máximo de 4 GB.
La ventaja de la pantalla es que se puede apagar cuando queramos, ahorrando energía y no molestando. Podemos, por ejemplo, poner música a reproducir y apagar la pantalla, todo ello sin tener que encender el monitor externo. También permite su uso en sistemas algo más sofisticados, como este equipo de videovigilancia que ofrece el fabricante.
El precio del Shuttle Barebone D10 es de 385 euros con el IVA incluido.
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