… y en todo tipo de dispositivos. Habemus Windows 8 y todas las previsiones se han cumplido con creces.
Microsoft, que apostó fuerte – y acertó – con el nuevo Windows Phone, repite la estrategia con Windows 8, mostrado hoy en Build, donde está Genbeta. La ruptura total con lo que hoy entendemos por Windows se ha llevado a cabo finalmente, y el resultado funciona. Es más, es un excelente inicio para la era post-PC.
La experiencia Windows 8
Con esa idea ha presentado Microsoft Windows 8 de forma oficial. Build, evento clave de la empresa, se ha centrado este año en el futuro sistema operativo y no ha defraudado para nada.
La vorágine electrónica alrededor de la era post-PC, con los tablets y teléfonos a la cabeza, ha calado tanto en Microsoft que Windows 8 parece creado con esos equipos en mente. Ahora mismo, Windows 8 es un adelantado y habrá que ver cómo responden otros protagonistas, principalmente Apple con la integración de la versión de escritorio e iOS.
La mejor manera de asimilar que todo está cambiando en los ordenadores personales, que ya pueden ser cualquier equipo, es que en Windows 8 el protagonista es el contenido. Avisos, notificaciones, eventos … todo a lo que estamos acostumbrados a acceder al instante en tablets y teléfonos ahora es la pantalla principal del nuevo Windows 8.
Tareas cada vez más habituales como el correo, la navegación, redes sociales, o vídeo se simplifican junto con la interfaz.
El siguiente paso es acudir a la interfaz Metro, protagonista del futuro de Microsoft y una apuesta valiente que hay que reconocerles. No se dejaron llevar por lo que iOS o Android estaban imponiendo y desde Microsoft decidieron encaminarse en solitario con un resultado para nosotros excelente.
Además, para su introducción en el escritorio se ha mejorado el control táctil y las aplicaciones, que en Windows 8 son homogéneas dejando menos libertad al desarrollador, funcionando a pantalla completa y haciendo que nos olvidemos de barras de menús y tareas.
Por último, la multitarea es completa, todavía memorable en la gestión de procesos, pero con una buena idea: poder usar varias aplicaciones a la vez, incluso en la misma pantalla.
Aplicaciones conectadas y la nube como protagonistas
Otra idea que trae Windows 8 desde las plataformas móviles es el concepto de aplicaciones conectadas. Compartir contenido entre ellas es ahora una funcionalidad que no falta en ninguna. También la búsqueda es universal y el acceso a los archivos se realizará por aplicaciones.
Y no podía faltar en un sistema operativo avanzado el concepto de nube. La idea de Microsoft es que el usuario se preocupe de tener un identificador Live y sus cuentas en servicios de la nube, ya sean propias o de terceros como Facebook o Flickr. Windows 8 será el encargado de que la información, documentos y contenido relevante, así como los contactos, se sincronicen en todos nuestros equipos conectados.
Seguro que ahora preguntaréis por las aplicaciones. Aunque todavía no está disponible en la Developer Preview, habrá almacén de aplicaciones en Windows 8. Se llamará Store y se asemejará a las tiendas de Windows Phone, Apple y Android que ya conocemos y a las que estamos cada vez más habituados.
Dedo, teclado o ratón, da igual con Windows 8
Como ya te habrás imaginado, Metro y en general Windows 8 ha sido creado para que de igual el equipo en el que lo instalemos. Por eso puede ser manejado con teclado y ratón clásicos, el dedo y gestos o un stylus, con reconocimiento de letra incluido.
En cuanto al rendimiento, Windows 8 se ha mostrado más benévolo que sus antecesores con los recursos. El sistema usa menos memoria que Windows 7 encendido, y la interfaz Metro se ha mostrado muy fluida en nuestra prueba.
Pero donde habrá muchas novedades es en el encendido y puesta en reposo. Tal y como ya hemos visto, Windows 8 hereda la idea de suspensión del mundo de la telefonía, con desbloqueo inmediato y actualización aunque esté en pausa. Habrá que comprobar cómo afecta a la autonomía este funcionamiento del sistema.
El cargador de arranque también es nuevo en Windows 8. La BIOS ha pasado a la historia y ahora tenemos EFI, con más posibilidades y más enfocado al consumidor que al experto, incluyendo solucionador de problemas, limpieza del ordenador o arranque desde un USB, que por cierto podrán ser USB 3.0 pues viene de fábrica el soporte.
También hay novedades en la gestión de redes, muy acertado ahora que el equipo puede conectarse vía WiFi, Ethernet o 3G. Será el sistema el que, en principio, escoja la que mejor rendimiento nos de de las disponibles.
Windows 8 y Windows Phone de la mano
Que Windows Phone tenía futuro ya os lo advertimos. Ahora, con la confirmación de que Windows 8 se centrará mucho en la interfaz metro, la apuesta de Microsoft es todavía más fuerte, pues consiguen algo vital para el gran público: tener la misma o similar interfaz en diferentes plataformas y equipos.
La curva de aprendizaje será pues casi nula y eso ayudará a que, con Windows 8 en el ordenador de casa de la gran mayoría de población que compre ordenadores nuevos, el paso a un teléfono con Windows Phone sea más sencillo.
¿Estamos preparados para el cambio?
Ya os he hablado alguna vez de que las interfaces táctiles y las experiencias de usuario nuevas han cambiado la forma en que el consumidor se acerca a un gadget. Televisores e incluso electrodomésticos lo van a sufrir, pero el ordenador personal debe ser el primero en adoptarlo.
La interfaz Metro es lo más llamativo visualmente y en concepto de Windows 8. Costará que el usuario doméstico se acostumbre, aunque hay dos factores que ayudarán:
La curva de aprendizaje con el mundo táctil es menos traumática y en Windows 8 todo parece suficientemente intuitivo.
Sigue existiendo el escritorio clásico de ventanas como aplicación, prácticamente idéntico a Windows 7, el cual aparecerá cuando una aplicación no sea Metro.
Ahora solo queda esperar a que la versión final vea la luz en 2012 y si la apuesta de Microsoft con los tablets muy en mente, se confirma. La inclusión de soporte para ARM dice mucho de sus expectativas. ¿Estás expectante?
En Genbeta | Microsoft reinventa Windows: la experiencia Windows 8.