Tener un NAS puede ser una gran solución para almacenar datos de forma accesible, tener un media center o simplemente para hacer un backup continuo de las fotos del móvil. Pero cuando se tienen los datos centralizados en un lugar hay que tener en cuenta que es importante tener un backup.
A veces los usuarios de este tipo de dispositivos piensan que tener una unidad en RAID es suficiente protección para los datos. Pero aunque una unidad en RAID 1 permite protegerse ante el fallo de uno de los discos, no así de una inundación, un robo o un ataque de ransomware
Realizar un backup del NAS
Para evitar la pérdida de datos críticos es importante realizar backups periódicos del NAS. Y que este backup se encuentre lejos del lugar donde está el NAS, de nada sirve un disco duro USB justo al lado del mismo en caso de robo, por ejemplo.
Existen tres formas de realizar este backup, cada una con un cierto compromiso entre precio y sencillez. La primera sería realizar el backup en un disco duro externo; la segunda en otro NAS; y la tercera en algún servicio en la nube.
Respecto a realizar el backup en un disco duro externo, es la opción más barata pero también la más compleja: hay que acordarse cada cierto tiempo de realizar el backup de forma manual y tener el disco duro en otro lugar (en el trabajo, en casa de un amigo o familiar, etc.). El problema de esta opción es la necesidad de realizar el backup de forma frecuente y que seguramente, ante un incidente desafortunado, algunos de los datos estarían desactualizados.
Un segundo NAS para un backup
La siguiente opción sería tener un segundo NAS en otro lugar (de nuevo, en casa de un amigo o familiar) y que se realice un backup de forma periódica. Los NAS más populares (como Synology o QNAP) ofrecen esta posibilidad de forma sencilla.
El primer escollo de realizar los backups de esta forma es la necesidad de tener un segundo NAS. Esto se puede solucionar comprando un modelo más sencillo y con una única bahía, ya que sería una unidad que únicamente se usaría para tener copia de los datos originales. También se puede intentar encontrar un NAS de segunda mano. Pero lo cierto es que es un método que requiere adelantar una suma de dinero significativa.
El segundo problema de esta forma de realizar backups es que tendríamos un segundo NAS al que habría que realizar un mantenimiento periódico: asegurarse que está actualizado, comprobar que la conexión no falla, etc. teniendo en cuenta que estaría fuera de nuestra casa.
En definitiva, es una opción algo menos complicada que el backup manual pero que requiere mantenimiento y cuyo precio puede ser relevante y por adelantado, pero que quizá si ya teníamos un segundo NAS previo o si preferimos tener un control absoluto de nuestros datos puede ser interesante.
Backup en la nube
La tercera opción es realizar un backup de los datos en la nube. De nuevo los principales fabricantes de NAS lo ponen bastante fácil. Y aquí el principal escollo es el precio: cuantos más GB haya que almacenar, mayor será el importe mensual de realizar el backup.
Por tanto, para que el precio no sea un problema, lo primero si usamos esta opción es elegir bien los datos que queremos tener en backup. Cuantos menos tengamos más barato será el coste mensual del backup, pero es fundamental no dejarnos nada importante que luego echemos de menos cuando haya un problema.
Lo segundo, y no menos importante, es elegir un servicio que sea lo más económico posible pero garantizando que tenga una calidad adecuada.
De entre las opciones de realizar un backup en la nube por un lado tenemos las clásicas, como Dropbox, One Drive o Google Drive. Sin embargo los precios son algo elevados y no permiten pagar exactamente por los datos a almacenar ("pay as you go"), es decir, hay que contratar un paquete cuyo almacenamiento sea superior a la cantidad de datos de nuestro backup.
Otra opción es usar Amazon Web Services (AWS), que con su servicio Amazon S3 permite almacenar datos en la nube y cuyo API es "imitado" por varias empresas. Amazon S3 ofrece unos precios algo elevados (0,023 dólares / GB al mes), comparables a las soluciones de Dropbox y compañía pero con la diferencia de que tienen una política de "pay as you go", es decir, pagar solo por lo que se usa.
Como hemos comentado, Amazon tiene competidores que copian sus APIs y esto es una ventaja para realizar backups ya que los NAS más populares soportan Amazon S3 en sus aplicaciones de backup y por tanto también también se pueden usar estos "imitadores". De entre estas empresas destacan dos por sus buenos precios y por tener una trayectoria que ofrece confianza: Backblaze con su servicio B2 ofrece precios muy competitivos (0,005 dólares / GB al mes) y Wasabi con precios también muy interesantes (0,0059 dólares / GB al mes, con un mínimo de 1 TB).
Pero quizá el servicio más económico es un programa especial dentro de AWS, Amazon S3 Glacier, que ofrece unos precios de 0,004 dólares / GB al mes. Eso sí, hay que tener en cuenta que no se pueden borrar los archivos subidos a este tipo de backup durante tres meses, de lo contrario hay una penalización. Los NAS más populares tienen una aplicación especial para hacer backups en S3 Glacier para cumplir esta norma.
Si estamos acostumbrados a Dropbox y similares, que solo cobran por el almacenamiento, puede que nos sorprenda que muchos servicios de la nube tienen tarifas más complejas. Los servicios Amazon S3, S3 Glacier y Backblaze cobran también por volumen de transferencia y por el número de transferencias que realizamos, por lo que conviene leerse la letra pequeña. En la práctica esto implica que realizar el backup inicial tendrá un coste, y luego se pagará básicamente por el almacenamiento y por los incrementos de los nuevos datos que pongamos. En los casos como Amazon S3 Glacier o Backblaze hay que pagar también por restaurar el backup.
Wasabi, en cambio, solo tiene coste por almacenamiento, compensado con un precio algo más alto del almacenamiento y el mínimo de 1 TB, pero en la estructura de costes se asemeja más a la de los servicios en la nube más generalistas.
Versiones del backup
Una funcionalidad interesante de algunos backups en la nube es que tengan versiones de los datos que hemos subido. Así, por ejemplo, si borramos un archivo en el NAS y este borrado se replica en la nube, durante un tiempo se podría recuperar.
El caso más extremo es un ataque de ransomware, frente a lo que hay que extremar las precauciones. Uno de los problemas de este tipo de ataques es que los datos encriptados se propaguen al backup eliminando los datos incluso en los respaldos de seguridad.
Lo bueno es que algunos servicios de la nube ofrecen versionado de los archivos que subamos. Por ejemplo en Backblaze todos los backups tienen una vida de 30 días por defecto sin coste adicional, incluso si se borran. Wasabi también ofrece esta funcionalidad pero hay que activarla. En Amazon S3 y S3 Glacier realizar este versionado es más complicado.
¿Puede un ransomware acceder a nuestro backup en la nube y eliminar incluso el versionado? No, ya que el NAS no tiene la contraseña del ser
vicio sin acceso al API, lo que permite subir, bajar y borrar archivos, pero no acceder al panel de control donde se pueden ver las versiones de los backups.
¿Qué opción elegir?
Personalmente la estrategia de backup que yo elegiría sería una combinación de backup manual y backup en la nube. Los datos más importantes y que actualizamos con mayor frecuencia tiene que estar en la nube para tener un extra de seguridad, y el resto en un disco duro externo (siempre acordándonos de actualizarlo de vez en cuando).
El servicio en la nube más económico es Amazon S3 Glacier y es una buena opción, con un coste razonable y aunque la recuperación puede ser algo más cara, en dicho caso de emergencia el precio no sería un problema. Sin embargo mantener distintas versiones del backup es complicado y tanto Wasabi como Backblaze ofrecen este servicio de forma bastante cómoda como ya hemos visto.
Personalmente Backblaze ofrece tres aspectos importantes que hacen que la balanza se decante por ellos: un precio competitivo, algo más caro que S3 Glacier pero más barato que Wasabi; no tiene un mínimo, es un "pay as you go" puro; y el versionado por 30 días que permite recuperar archivos borrados (por error o por malware). Y si miramos su histórico de reducción de precios (cada dos años los bajan, más o menos), lo hace aún más atractivo.
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