Cuando hablamos de las plataformas de distribución digital, en comparación con sus homólogas analógicas, normalmente siempre hacemos alusión a las bondades para el usuario: más económico, facilidad para acceder al contenido desde diferentes plataformas, instantaneidad, modelos de suscripción, todo a la carta…
Sin embargo, tendemos a olvidar que ese contenido lo hacen personas como tú y yo. Gente que no sólo lo pone a nuestro alcance sino que también lo crea desde la nada. Los autores, pequeños o grandes que buscan ganarse la vida con su creatividad juntando letras. Hablamos de cuánto nos cuesta a nosotros pero ¿cuánto gana un autor de libros en una plataforma digital?
Una breve aproximación a la distribución y venta de libros digitales
La pregunta tiene miga, muchísima, y lo que hoy vamos a explicaros sólo es una pequeña parte de la fotografía porque el problema es complejo y resulta difícil sacar una estimación con los datos públicos que se encuentran al alcance de todo el mundo. No se puede decir que sea un sector del todo transparente.
Si buscamos por internet vemos que existen muchos informes que nos hablan sobre las bondades de cada plataforma de distribución. Nos dan datos, casos de estudio y expectativas de lo mucho que van a conseguir los autores yendo a una plataforma u otra. Sin embargo, no todo lo que leemos es cierto.
Empezamos a investigar y vemos cómo algunos estudiosos en la temática empiezan a desmigar estos informes para darse cuenta de que muchos estos informes están redactados partiendo de interpretaciones condicionadas para atraer, o desacreditar, a una plataforma en cuestión para que los autores vayan a una u otra.
¿En qué se traduce ésto? En confusión. Mucha confusión para los pequeños autores que buscan hacerse un hueco y aprovechar esta oportunidad de oro para llegar a nuestros libros electrónicos, tablets o móviles. Los grandes nombres no tienen problemas, al fin de cuenta se han ido labrando su reputación desde hace tiempo.
Sin embargo, un escritor novel o simplemente alguien con poco reconocimiento público tiene que decidir con cuidado: ¿qué plataforma me conviene más? ¿con cuál voy a obtener beneficios? La decisión no es fácil y la cantidad de informes, con resultados a veces bastante dispares entre sí, hacen que decantarnos por una referencia u otra.
Para sacarnos de dudas, Dana Beth Weinger nos propone un análisis en profundidad de uno de los estudios más fiables en cuanto a la metodología para saber cuánto se puede ganar con un libro electrónico en las plataformas de distribución: el informe que elabora Hugh Howey en Author Earnings, uno de los más prestigiosos en el sector.
Antes de explicar la metodología que utiliza Howey hay que tener en cuenta una serie de consideraciones. El informe se hace con los datos públicos que cualquiera de nosotros puede recabar en internet. Por desgracia, gigantes como Amazon o Barnes & Noble no dan toda la información que nos gustaría por lo que los datos que se extraen de este informe hay que tomarlos con cuidado. Son estimaciones.
Algunos autores comparten sus datos pero la información que de vez en cuando comentan los distribuidores suele ser algo vetusta y simplemente sirve como para sacar pecho frente al resto de plataformas. Esto no es sólo un problema para quien intenta investigar y sacar algo en claro sino para muchos autores que cada vez ven en la autopublicación la mejor forma posible para sacar adelante su trabajo.
¿Qué metodología ha utilizado Hugh Howey? Primero ha partido una muestra de casi 7.000 libros en Kindle. Se trata de los más vendidos en las categorías más populares. En total, 3.439 autores. Cogiendo esta referencia se extrapolan los datos de unidades vendidas al día y luego, en función de cada editorial y el precio del libro se calcula la parte que recibe el autor.
Por último, esta cantidad se multiplica por 365 para saber cuánto gana a lo largo de un año. Esta metodología tiene unos cuantos problemas y este último cálculo es el más cuestionable: ¿venden los autores de forma regular a lo largo de un año? Además, hay que asumir que el precio se mantiene durante todo este periodo y no hay variaciones de ningún tipo.
Como decíamos anteriormente, resulta difícil trabajar con los datos públicos que hay al alcance de todo el mundo. La estimación es bastante atrevida y el resulta final puede no acercarse al valor real pero nos da un acercamiento lo suficientemente interesante para abordar la cuestión y conocer la situación con un poco más de precisión y conocimiento.
Trituramos todos los datos y empezamos a sacar algunas conclusiones que son poco esperanzadoras: de los 3439 autores cogidos de la muestra, sólo 944 consiguen ganar más que el salario mínimo anual de Estados Unidos. Es decir 58 dólares al día o 7,25 por cada hora trabajada en una jornada completa.
Poco más de un tercio de los autores que generan las casi 7.000 obras más leídas ganan una cantidad que podríamos considerar aceptable. Nadie dijo que las profesiones liberales, y mucho menos las creativas, fueran precisamente fáciles. Hay autores a los que les va muy bien, pero cuesta mucho conseguir dinero siendo un escritor de libros en la era digital.
Para que os hagáis a una idea, echadle un ojo a esta gráfica elaborada por Dana Beth Weinger en base a los datos que presente Hugh Howey en su informe. Podemos encontrar la media, la mediana, la derivada, el mínimo y el máximo. Se puede ver una distinción entre los autores que consiguen el salario mínimo interprofesional y los que no.
De los datos de este informe se extrae que los autores que publican en Amazon son los que más ganan pero el análisis queda un poco incompleto todavía con algunas dudas sobre la mesa. ¿Qué ocurrir con las ventas fuera de esta plataforma? Esto es un punto de partida y un buen referente para entender cómo está el sector.
Autor, atento a la hora de elegir dónde distribuyes tu obra
Si hay algo que podemos sacar claro de este estudio, además de que conseguir beneficios es una tarea difícil, es que elegir una plataforma para distribuir no es una tarea fácil. Podemos pensar que la distribución por nuestra cuenta es la mejor opción, porque controlamos todo, pero no tiene porque ser la mejor opción para todos los casos.
Aliarse con un grande y distribuir nuestra obra en plataformas como Amazon suena interesante pero también hace que compitamos con muchísimos más libros que componen un catálogo cada vez más grande. Además, no tenemos el control de todo el proceso y la forma en la que se distribuyen los ingresos no es precisamente transparente.
No hay ningún caballo ganador y la incertidumbre que generan todos los modelos hacen que incluso teniendo una buena obra sea difícil garantizar que vaya a funcionar y que vayamos a conseguir beneficios. Lo mismo se puede aplicar a otras industrias donde los modelos digitales ponen las cosas fáciles a los usuarios pero no a los creadores de contenidos.
En Xataka ya hemos hablado de este tema en varias ocasiones. Desde el punto de vista de escritores que llevan ya un tiempo trabajando con la distribución online y también desde las editoriales. Las dos caras de la misma moneda.
Más información | Digital World Book, Author Earnings
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