La historia ha vuelto a repetirse. Había un sistema de protección y ya se han encargado de dejarlo en evidencia. En este caso el afectado ha sido Amazon y el DRM de sus libros, que puede convertirse en otros formatos como un archivo PDF gracias a un script de Python de un programado israelí. La solución no es sencilla, pero ha demostrado que el DRM de Amazon no es invulnerable.
Esa eliminación del DRM de los libros del Kindle nos deja llevar el libro que compremos a cualquier dispositivo y lector. Lo hacemos nuestro, algo que es impensable con la protección DRM que Amazon coloca en sus libros, los cuales solo pueden leerse en los lectores desde los que se compraron. Pero no es nuestro, solo ganamos el derecho a leerlo.
Quizás pensando en que un día su DRM iba a caer, Amazon dejó la puerta abierta para actualizar de forma automática sus lectores, con lo que será cuestión de poco tiempo que la compañía elimine la posibilidad de eliminar el DRM de sus libros con una actualización obligatoria y sin control por parte del usuario de sus lectores.
Siguiendo el modelo de Apple y su iTunes
Amazon optó en la salida de su lector de libros electrónico por el modelo de más éxito en la distribución de contenido: la tienda iTunes de Apple. Al igual que en el caso de la marca de la manzana, el dispositivo y los contenidos van íntimamente conectados, y es difícil concebir uno sin el otro.
A Amazon le ha dado un éxito abrumador, como el que tiene Apple con su combinación iPod+iTunes, en el que el usuario poco control tiene sobre lo que puede hacer con el contenido que compra, o más bien debemos decir, que paga por usar.
Vía | BBC.