MacBook Pro (2018), análisis: al fin el modelo de 13" se siente profesional

Con un modelo de 15” que ha generado mucha polémica por temas de rendimiento y temperatura, el MacBook Pro de 13” de 2018 puede haberse convertido en el Mac más interesante de todo el catálogo actual de la compañía.

Hasta ahora los Macbook Pro de 13" eran buenos equipos pero para muchos necesitaban algo más para llevar con dignidad el apellido Pro. Ahora parecen estar más cerca de lograrlo. Los motivos, en nuestro análisis.

MacBook Pro 13” 2018, características

Opción base Ampliación CPU Ampliación RAM Ampliación SSD
MacBook Pro 13” i5 a 2,3Ghz (4 cores, TB hasta 3,8Ghz) - 8GB RAM - Iris Plus Graphics 655 - 256GB SSD Intel Core i7 a 2,7Ghz (4 cores, TB hasta 4,5Ghz) 16GB RAM Hasta 2TB
1999€ +360€ +240€ +1750€
MacBook Pro 13” i5 a 2,3Ghz (4cores, TB hasta 3,8Ghz) - 8GB RAM - Iris Plus Graphics 655 - 512GB SSD Intel Core i7 a 2,7Ghz (4 cores, TB hasta 4,5Ghz) 16GB RAM Hasta 2TB
2249€ +360€ +240€ +1500€

Todas las especificaciones en la web de Apple

La renovación de la gama MacBook Pro llegó por sorpresa, en una actualización de la tienda y sin evento alguno de por medio. Equipos que de primeras eran, a excepción del precio y algún detalle, todo lo que los usuarios venían pidiendo. Incluían procesadores Intel de 8 generación, opción de llegar a los 32GB de RAM, y algunos extras como la tecnología de pantalla True Tone o la tercera generación del teclado mariposa eran lo más visible.

Junto a una hoja técnica llamativa, con por fin procesadores de cuatro núcleos, el nuevo Macbook Pro de 13” sigue apostando por el uso de la Touch Bar, incluye un teclado con mecanismo de mariposa de tercera generación y algunos cambios que lo hacen mejor máquina que su versión anterior. Es más, su cambio frente al modelo de 2017 es más importante que en el modelo de 15”.

De todos modos, en su interior hay otros cambios importantes que se han ido descubriendo según llegaba a los usuarios. Un ejemplo son los conectores Thunderbolt 3 que ahora tienen todos la misma velocidad máxima, el no acceso a la unidad SSD si la placa base falla o el peso del chip T2 para algo más que permitir el “Oye, Siri” de forma activa.

Intel Core 8 Gen, pantalla True Tone y nuevo teclado: los tres grandes cambios

El nuevo MacBook Pro de 13” (2018) llega con tres grandes cambios. El primero es el salto a procesadores Intel de octava generación. Los Intel Core i5 e i7 Coffe Lake permiten ahora configurar en el modelo de 15” hasta 32GB de RAM mientras que en el de 13” seguimos con el límite de 16GB. Estos nuevos procesadores mejoran principalmente en la gráfica Intel Iris Plus Graphics 655 que integran y también en el rendimiento frente a los Kaby Lake.

Por fin los MacBook Pro de 13” llegan con procesadores de cuatro núcleos

La memoria RAM sigue soldada en placa y eso nuevamente implica el mismo inconveniente que ya conocíamos: cuando lo compremos tendremos que tener muy claro qué uso le vamos a dar porque no podremos ampliar en el futuro. Y sí, con 8GB no está mal, pero la recomendación siempre es ir al máximo de RAM si se puede. En este caso, ampliar la configuración del equipo con 16GB y pagar los 240€ extras que supone.

La actualización de RAM la vemos más importante incluso que subir del Intel Core i5 al i7. Al igual que pasar de los 256GB SSD a unidades de mayor capacidad como la de 512MB o la unidad de 2TB que supondría un importe adicional de 1750€. Un precio que posiblemente no compense a la mayoría si tenemos en cuenta rendimiento y precio de unidades externas como la Samsung T5, aunque implique cargar con otro dispositivo y perdamos cierta comodidad.

El segundo gran cambio es la inclusión de la tecnología True Tone a la pantalla Retina, una de las mejores pantallas de portátil de la actualidad. Gracias a esto la pantalla modifica la temperatura de color de la imagen para al ambiente en el que estemos usando el equipo. Aunque siempre habrá tareas donde no podamos permitirnos esos cambios porque afectarían al acabado final (trabajos de edición de imágenes y vídeo).

True Tone se introdujo en los iPad Pro y ahora da el salto al Mac. Una tecnología no imprescindible pero que hace mejor a las pantallas Retina Display

True Tone es verdad que al principio no gusta, y es que notar esos cambios de tono resulta algo raro. Pero cuando nos acostumbramos ocurre todo lo contrario, ese cambio “invisible” hace que cuando pasamos a otras pantallas que no ofrecen la misma tecnología, nuestros ojos experimenten una sensación extraña. De todos modos se puede vivir sin True Tone perfectamente.

El tercer cambio importante, aunque no lo notas a menos que hayas usado un modelo anterior o te lo hayan dicho, es el teclado. Con la tercera generación del mecanismo de teclas mariposas el nuevo teclado es más silencioso. Sigue sonando, y si somos de golpear las teclas con fuerzas más aún, como es lógico, pero respecto al del año pasado se siente mejor.

El teclado mariposa de tercera generación sigue siendo muy particular pero te acostumbras rápido y usarlo gusta

Esta membrana de silicona introducida no sólo ayuda a amortiguar el impacto de las teclas y así a reducir el ruido, también sirve para evitar que la suciedad y pequeñas motas de polvo se introduzcan en su interior volviendo a generar un problema que tuvieron que reconocer no hace mucho.

Si esos fallos en las teclas provocados por la suciedad que se introducía por las teclas queda completamente solucionado es algo que veremos con el paso de los meses. Por ahora lo que sí se puede decir es que sigue siendo un teclado muy particular pero al menos un mejor teclado.

Lo que no cambia: diseño, batería y sonido

Pero si esas eran las novedades sobre las que se sustentan los nuevos MacBook Pro, ahora le toca el turno a lo que no cambia: rendimiento de la batería, calidad de sonido y diseño.

El diseño del MacBook Pro es el mismo que el de sus dos anteriores generaciones. Eso implica un mecanizado de gran nivel, calidad de materiales y unas dimensiones que lo hacen ser un equipo muy cómodo de transportar en el día a día.

El diseño del MacBook Pro sigue siendo sobresaliente pero acusa los problemas de temperatura

La parte negativa de mantener el mismo diseño es que, mientras estemos a la espera de esos procesadores de Intel de 10nm, con componentes más potentes y cuyo calor generado también aumenta tenemos luego los problemas vistos en el modelo de 15” y que en parte también sufre este MacBook Pro o cualquier otro ordenador similar que apueste por un chasis tan reducido.

Por tanto, todo sigue igual con un cuerpo unibody, una ligereza muy llamativa, dos colores disponibles y los mismos cuatro puertos Thunderbolt 3 más conector de auriculares.

Respecto a la batería, ya no es el equipo que deslumbraba. Sigue ofreciendo una autonomía de unas 8 horas que es un dato por encima de la media de equipos. Pero otros fabricantes han logrado autonomías iguales o en algunos casos incluso superiores.

Y donde sí sigue destacando es en la calidad de sonido. Siempre con las limitaciones de un chasis tan reducido para integrar una caja acústica de mayor calidad. Comparado con otros equipos, los altavoces del Macbook Pro suenan muy bien. Al igual que la salida de audio, conectando unos auriculares de calidad la experiencia auditiva gana puntos.

"Oye Siri" y el secreto del chip T2

Dentro del nuevo MacBook Pro hay un pequeño secreto llamado T2. Este chip de silicio diseñado por la propia compañía es la segunda generación y demuestra tener mucho potencial ahora y para futuras generaciones del Mac.

El chip T2 incluye un coprocesador Secure Enclave que no sólo sirve para gestionar la seguridad del sistema (Touch ID) o la propia Touch Bar, como Apple indica, también se ocupa de controlar el sonido, el arranque seguro la unidad de almacenamiento, el cifrado y otras series de funciones.

Ese cifrado y control de la unidad de almacenamiento es lo que realmente nos ha llamado la atención. En nuestras pruebas la unidad no sólo es muy rápida, alcanzando velocidades de 2,5GB/s y 2,4GB/s en tareas de escritura y lectura, sino que además todas esas transferencias se hacen con datos cifrados. Y ese es el dato clave.

El procesador T2 gestiona muchos aspectos del sistema pero destaca por permitir el comando de voz “Oye Siri”, y por el cifrado de datos sin mermar la velocidad de la unidad SSD

El chip T2 permite una gestión muy eficiente de las unidades y, a la vez, cifra todos los datos mejorando así la seguridad de los mismos. Algo que para algunos no será importante mientras para otros sí. Pero poder tener ese nivel sin ver comprometido el rendimiento nos parece cuanto menos llamativo.

Por último, el nuevo procesador T2 también nos permite disponer de Siri en todo momento. Ya no hará falta pulsar ninguna tecla y con sólo decir “Oye Siri” podremos comenzar a interactuar con el asistente, un asistente que aún se hace raro de usar en Mac. Tenemos que romper esa barrera que nos impide hablar con naturalidad con el dispositivo. Aunque también Apple debe mejorarlo para ofrecer más de lo que actualmente permite. Por cierto, con macOS Mojave y su integración con HomeKit algo mejorará.

Rendimiento y futuro de las eGPU

Un equipo con el apellido Pro no puede valorarse sólo por su pantalla, diseño o puertos (los cuales aquí ya sabemos a lo que nos obligan), también hay que hacerlo y con especial interés por su rendimiento.

Los nuevos MacBook Pro incluyen los procesadores Intel de 8 generación y eso ya es un paso adelante. En primer lugar porque admiten, en el modelo de 15”, hasta 32GB de RAM; son un poco más eficientes y además llegan acompañados de una gráfica interna más capaz. Y en segundo, porque ahora llegan con cuatro núcleos en lugar de dos. Pero centrémonos en el modelo analizado.

Nuestro Macbook Pro de 13” de este 2018 llega en su configuración más alta:

  • Procesador Intel Core i7 a 2,7Ghz (Turbo Boost de hasta 4,5Ghz) y 128MB eDRAM.
  • Gráfica Intel Iris Plus 655
  • 16GB RAM LPDDR3 a 2.133 MHz
  • Unidad de almacenamiento de 2TB
  • 4 puertos Thunderbolt 3 (USB C) compatibles con carga, display port, Thunderbolt (hasta 40GB/s) y USB 3.1 Gen 2 (hasta 10GB/s)

Realizando varios test sintéticos para tener una idea del rendimiento bruto del equipo los resultados son los siguientes. Primero toda la gama de portátiles MacBook Pro de 2018.

Resultados GeekBench Single Core Multi Core
MB Pro 13” Mid 2018 i5–8259U 2,3Ghz (Turbo Boost hasta 4,8Ghz) 4451 16434
MB Pro 13” Mid 2018 i7–8559U 2,7Ghz (Turbo Boost hasta 4,8Ghz) 5121 17655
MB Pro 15” Mid 2018 i7–8750H 2,2Ghz (Turbo Boost hasta 4,8Ghz) 4939 21236
MB Pro 15” Mid 2018 i7–8850H 2,6Ghz (Turbo Boost hasta 4,8Ghz) 5031 21327
MB Pro 15” Mid 2018 i9–8950HK 2,9Ghz (Turbo Boost hasta 4,8Ghz) 5324 22589

A continuación los modelos de 13” de este año frente a las generaciones de 2016 y 2017.

Resultados GeekBench Single Core Multi Core
MB Pro 13” Late 2016 i5–6287U 3,1Ghz 3955 7939
MB Pro 13” Late 2016 i7–6660U 2,4Ghz 3900 7774
MB Pro 13” Late 2016 i7 i7–6567U 3,3Ghz 4034 8103
MB Pro 13” Mid 2017 i5–7360U 2,3Ghz 4305 9075
MB Pro 13” Mid 2017 i7–7567U 3,5Ghz 4612 9549
MB Pro 13” Mid 2018 i5–8259U 2,3Ghz 4451 16434
MB Pro 13” Mid 2018 i7–8559U 2,7Ghz 5121 17655

El incluir procesadores Coffe Lake ofrece varias ventajas, siendo la más notable el poder contar con cuatro núcleos en lugar de dos como en generaciones pasadas. Ese aumento permite obtener un mayor rendimiento multi core como es lógico, mejorando la experiencia de uso diario en todas aquellas que aprovechan el procesamiento en paralelo o mientras realizamos varias tareas a la vez.

Con procesadores de cuatro núcleos el MacBook Pro de 13” de 2018 es ahora un equipo más interesante para usuarios profesionales

Cuando recurrimos sólo a single core también hay una mejora de rendimiento pero ya no es tan acusada. No obstante, ahora sí podemos decir que el modelo de 13” de 2018 es un equipo más serio e interesante para aquellos usuarios que buscan portabilidad sin sacrificar potencia en exceso.

Claro que podría haber sido más interesante aún si Apple, en lugar de la gráfica integrada de Intel, hubiese apostado por soluciones como la Nvidia MX M150. Pero la compañía ya sabemos a qué apuesta. Así que tenemos que ver qué ofrece esta gráfica.

El rendimiento gráfico es el punto más débil de este equipo al seguir usando gráficas integradas de Intel

La Intel Iris Pro Graphic, sin ser la mejor opción posible en cuanto a GPU para portátiles, ofrece una mejora en rendimiento frente a los anteriores MacBook Pro. No es un salto muy acusado pero eso junto a la optimización de aplicaciones como Final Cut Pro X, Affinity Photo, etc. permiten trabajar con el equipo sin problemas pero siendo conscientes de las limitaciones.

Tampoco la despreciemos porque nos permite conectar hasta dos pantallas 4K o bien una 5K manteniendo la máxima resolución en la pantalla Retina Display.

En aplicaciones como la suite de Adobe el rendimiento tampoco es malo pero en algunas como Premiere sí es verdad que la optimización y aprovechamiento del hardware no es el mismo.

En nuestras pruebas, usando el equipo del mismo modo que usamos nuestros Mac para tareas de audio, vídeo, etc. el rendimiento de este MacBook Pro de 13” ha sido satisfactorio. Aunque tenemos curiosidad por ver qué ocurre cuando llegue macOS Mojave y sus cambios gráficos, que harán que muchas apps se actualicen debido al adiós a OpenGL y resto de cambios en macOS 10.14.

De todos modos aquí hay que hacer una parada para hablar de lo que será una opción más para aquellos usuarios que busquen un extra de rendimiento: las eGPU.

Apple tiene en el uso de las eGPU un as bajo la manga para los usuarios que requieran más potencia gráfica

Con el lanzamiento de los MacBook Pro, Apple también presentó de forma conjunta una gráfica externa desarrollada por BlackMagic en la que ellos participaron. Esta gráfica dotará de potencia extra a cualquier Mac con conexión Thunderbolt 3.

Gracias a esta eGPU podremos llegar a casa o al trabajo y conectarla al Mac para tener mayor capacidades de proceso. El problema es que a pesar de ser una opción cada vez más asentada, con un mayor soporte que se verá reforzado con macOS Mojave y precios que empiezan a ser llamativos, requieren que los desarrolladores actualicen sus apps.

Con un mayor soporte, el uso de las eGPU explotará cuando los desarrolladores empiecen a sacarle partido dando soporte a sus apps

Aquí BlackMagic y su DaVinci Resolve le sacan partido, no a todas las tareas pero donde sí aprovecha esa doble GPU se nota el aumento de rendimiento. En otras aplicaciones como la propia Final Cut Pro X de Apple habrá que esperar, posiblemente a la próxima actualización que llegará con la nueva versión de macOS, para empezar a exprimir todo el potencial de este accesorio. Uno al que cualquier Mac le podrá sacar partido pero en particular serán equipos como este MacBook Pro con gráfica integrada los que más lo noten.

NOTA: Este script permite usar eGPU sin necesidad de pantalla externa y pudiendo establecerse como principal en lugar de la propia del Mac. Esperamos que Apple ofrezca algo similar en próximas actualizaciones del sistema. Usad bajo vuestra propia responsabilidad.

En general, el rendimiento del MacBook Pro de 13” de 2018 es bastante bueno en la mayoría de situaciones. En aplicaciones de edición de fotos y vídeos la optimización y rendimiento de los nuevos procesadores de Intel se nota. En el resto de tareas como ofimáticas, redes sociales, etc. también rinde bien y sólo en aquellas apps o juegos con una alta demanda gráfica es donde se nota que la GPU integrada de Intel plantea limitaciones frente a modelos de AMD o Nvidia.

La opinión de Xataka

El nuevo MacBook Pro de 13” de 2018 es un buen equipo que ahora, con la inclusión de procesadores de cuatro núcleos, resulta mucho más atractivo que generaciones anteriores. Sigue teniendo detalles polémicos, como esa reducción de grosor que implica limitaciones de cara al sistema de refrigeración o uso de componentes más potentes y algo más demandantes a la hora de reducir calor. O bien la Touch Bar, un añadido interesante pero que encarece un producto de por sí caro.

Sin muchas opciones si quieres macOS como sistema operativo, el MacBook Pro de 13” es ahora mejor equipo y puedes que el Mac actual más interesante

Y ese es el principal problema, el precio. Valorar lo que resulta caro o no es complicado porque depende de lo que cada uno considere que es ser caro. Pero si nos fijamos sólo en el precio, los 2.000 euros y 2.249 euros para las dos configuraciones básicas o los 4.349 euros del modelo analizado es mucho dinero.

Tener claro cómo vamos a amortizarlos o que el dinero no sea un problema es la única forma de lanzarse sin problemas a por uno de ellos. Para el resto de usuarios contemplar uno de estos equipos como opción de compra es algo que costará porque ciertamente competidores no le faltan. Pero eso ya es decisión de cada cada uno.

9.0

Diseño 9,5
Pantalla 9,75
Rendimiento 9
Teclado/Trackpad 8,75
Software 8,5
Autonomía 8,5

A favor

  • Rendimiento mejorado frente a generaciones pasadas
  • Pantalla de gran calidad
  • Rendimiento de la unidad SSD
  • Chip T2 más Secure Enclave

En contra

  • Precio configuración base
  • Precio de las ampliaciones
  • Necesidad de adaptadores

El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

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