La instalación de cámaras para vigilancia a veces despierta preocupación sobre la privacidad, sobre todo a medida que los sistemas de reconocimiento facial van mejorando y su uso extendiéndose. Pero unos investigadores del MIT creen que puede haber una solución para este problema: vigilar sin vídeo.
Algo que podría ser útil en los casos en los que se requiere la monitorización del movimiento y actividades de una persona, como puede ser el de ancianos u otros casos que necesiten cierta asistencia, según plantea este equipo. Una idea que han llevado a cabo dejando a un lado la óptica para fundamentarla en las señales de radio.
Una descripción en texto, sin caras
Se trata de RF-Diary, un trabajo de un equipo de investigadores del Computer Science and Artificial Intelligence Lab (CSAIL) del MIT por el que mediante el uso de radiofrecuencia se puede obtener una descripción en texto de qué actividades está realizando una persona así como sus interacciones con objetos. Una tecnología que no implica el uso de señal de vídeo, por lo que preservaría la privacidad de los sujetos.
El sistema emplea un mapa del lugar para poder determinar en qué parte de la casa se desarrollan las acciones y qué objetos se usan. Pero para poder funcionar, RF-Diary requiere cierto entrenamiento y la persona a vigilar ha de hacer una serie de acciones para que a posteriori éstas puedan ser identificadas.
En los ejemplos vemos que per se es muy complicado identificar nada sólo viendo la "traducción" de las ondas de radio a una imagen, pero la clave es esa descripción en texto que recibe el usuario que monitoriza. Por ejemplo: "Una persona entra en la cocina. Se quita ropa, se sienta y empieza a usar el portátil".
A la radiofrecuencia han añadido un sistema de deep learning con el que tener una mejor identificación de las actividades, pudiendo clasificar hasta 30 tipos, según el equipo. Además, según concluyen el sistema es más efectivo en entornos oscuros que los que se basan en vídeo.
Una idea que se ha puesto ya a prueba
La idea es que pueda ser de ayuda para atender a personas que necesitan un cuidado y una vigilancia sin que se comprometa este aspecto, de modo que pueda haber una monitorización remota y saber si la persona requiere ayuda. De hecho, el RF-Dairy ya ha sido usado en hospitales y centros de asistencia, con pacientes con Parkinson, demencia senil o también COVID-19, aunque con un sistema algo distinto.
Es algo con lo que este centro lleva trabajando ya tiempo y que hemos visto anteriormente. En concreto, con aquel sistema también basado en radiofrecuencia y redes neuronales que permitía saber qué hacía otro sujeto a través de la pared.
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