La nueva ley educativa -octava modificación desde 1980-, la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), no incluye en su redacción la asignatura de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), lo que ha hecho que varias asociaciones de ingenieros informáticos, profesores y estudiantes hayan iniciado una campaña para que el Gobierno la vuelva a recoger.
Esta asignatura era la única relacionada con informática que se impartía hasta el momento en Bachillerato y, aunque no era obligatoria, sí aparecía citada expresamente en la anterior norma, la LOMCE, entre las que las comunidades autónomas y los centros podían elegir ofrecer como materias específicas, en una lista en la que también estaban Segunda Lengua Extranjera, Anatomía Aplicada o Análisis Musical, entre otras.
La polémica. En la Lomloe, el actual Gobierno ha eliminado la citada lista de asignaturas específicas y ha precisado sólo las materias comunes: Historia de España, Lengua Castellana y Literatura -y, si la hubiere, Lengua Cooficial y Literatura-, Lengua Extranjera, Filosofía, Educación Física e Historia de la Filosofía. Para el resto, la norma señala que “corresponde a las Administraciones educativas -de las comunidades autónomas- la ordenación de las materias optativas. Los centros podrán hacer propuestas de otras optativas propias que requerirán la aprobación por parte de la Administración educativa correspondiente”.
Al eliminar la mención específica a una asignatura de informática, las distintas asociaciones entienden que se debilita su posición en la educación preuniversitaria, ya que antes al menos estaba entre las opciones que los centros debían elegir, con una serie de horas estipuladas, y ahora queda a elección de las consejerías de Educación autonómicas incluirla o no.
Una competencia transversal. La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, ha explicado en una entrevista en La Sexta que no se va a eliminar la informática de Bachillerato, sino que las competencias digitales y tecnológicas van a recorrer todo el currículo educativo en todas las asignaturas. Asimismo, ha subrayado que la nueva ley otorga a las CCAA la competencia de poner en marcha las materias optativas que consideren oportunas, entre ellas, si lo eligen, informática.
No es suficiente. Es lo que opinan las diferentes asociaciones. Consideran que adquirir competencias digitales básicas y eminentemente instrumentales en la educación primaria y secundaria, tales como manejar un ordenador o usar determinado software, es insuficiente para que las nuevas generaciones se preparen para el mundo que les espera. Deberían, explican, aprender también principios científicos y tecnológicos sobre la disciplina.
Tampoco entienden que la excusa para eliminar la asignatura de la norma sea que sus competencias se van a repartir en el resto de asignaturas. Ezequiel Jerez, portavoz de la Asociación Andaluza de Profesores de Informática, señala en El Confidencial que esa afirmación es lo mismo que decir que se elimina la materia de inglés porque existen centros bilingües. Y subraya que los adolescentes tienen que familiarizarse con la programación y las bases de datos antes de llegar a la universidad.
En el peor momento. Las asociaciones destacan que la supresión de una asignatura relacionada con la informática se produce precisamente cuando más evidente es la necesidad de profesionales TIC. Y subrayan que para que haya más personas que trabajen en el sector es fundamental acercar la disciplina a niños y adolescentes y que, así, encuentren su vocación en la educación básica, antes de elegir una carrera universitaria un poco a ciegas.
Por eso, estiman que no sólo no se debería haber eliminado la informática del currículo educativo, sino que se tendría que haber incluido como obligatoria.
Marginación histórica. La poca consideración de la informática en el ámbito educativo no es nueva. Varios profesionales del sector ya explicaron en Xataka que, pese a la creciente demanda de profesionales TIC en nuestro país desde el año 2000, las universidades apenas habían ampliado el número de plazas para titulaciones del ramo en la última década.
El secretario del Consejo de Colegios de Ingeniería Informática, José García Fanjul, señalaba entonces que “es un tema estructural, en la sociedad española los ciudadanos, en general, tienen muy pocos conocimientos de informática” y lo atribuía a su nula presencia en la educación primaria.
Asimismo, consideraba paradójico que el Gobierno “esté poniendo millones encima de la mesa para hacer proyectos de inteligencia artificial y nadie le está explicando a los niños qué es la inteligencia artificial”, y destacaba que “estamos formando a ciudadanos que creen que la informática es algo parecido a la magia”.
Los estudios lo avalan. Diferentes investigaciones confirman lo que García Fanjul señala: los jóvenes españoles tienen bajas competencias digitales pese a estar rodeados de tecnología. Un informe de ICDL Europe apunta que sólo el 58% de los millenials domina habilidades tecnológicas básicas que les ayudan en su trabajo, pese a que la mayoría tienen empleos digitales.
Otro estudio, en este caso de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicado en 2015, señalaba que los jóvenes españoles de entre 16 y 29 años eran de los que peores habilidades informáticas tenían en toda la Unión Europea. De todos los países analizados, 22 en total, sólo Italia quedaba peor.
Y no sólo lo dicen los investigadores. El estudio ‘Jóvenes, futuro y expectativa tecnológica’, realizado por BBVA y Google, recoge que los propios jóvenes reniegan de la etiqueta de nativos digitales y consideran que no están lo suficientemente formados en informática, por lo que demandan un mayor esfuerzo educativo por parte de las autoridades en este sentido.
Imagen | Kelly Sikkema/Unsplash
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