Hasta ahora las pruebas de alcoholemia se hacen, en un primer momento, con el típico alcoholímetro donde hay que soplar y que nos indica la cantidad de alcohol que tenemos en el aire expirado. No, en principio no son válidas pruebas como la que le hacen al chico de la foto.
Si esta primera prueba da positivo se hace posteriormente una análisis de sangre para confirmar la medición. Con el alcoholímetro por infrarrojos tal vez este proceso pueda cambiar, ya que permite medir la cantidad de alcohol en sangre sin necesidad de hacer extracciones, de forma parecida a como funcionan algunos de los aparatos que utilizan los diabéticos para controlar su nivel de azúcar.
Todo sea por una mayor seguridad en la carretera.
Vía | Gizmodo.