No es alta tecnología pero sí un buen comienzo. Ya estoy imaginando almohadas que reproduzcan vídeo y que esos vídeos puedan inducirnos sueños relacionados. Casi nada ¿verdad?
De momento la mayor utilidad, además de adornar y servir como conversación para nuestras visitas, es poder acompañar a los niños que tienen miedo de dormir a oscuras. Funcionan con pilas y tienen un precio muy alto: 250 euros.
Vía | Newlaunches.