Distinción o derroche. Es la eterna duda que se nos plantea a un servidor y su pareja, matemática ella , cuando hablamos de objetos como por ejemplo estos altavoces transparentes que tan buena pinta tienen a simple vista.
Son de la compañía Ferguson Hill y para empezar toma nota del precio de manera que a partir de ahora leas desde otra perspectiva, por si te habías hecho ilusión con ellos: 26500 dólares.
Pero volvamos a mis debates de pareja: todo comenzó con una lámpara que vimos una vez en un estudio de arquitectura que es también tienda de mobiliario de diseño. Es de esas que llevan varios alambres de los que cuelgan hojas escritas a mano, seguro que has visto alguna vez una. El caso es que vimos el precio y se nos quitaron las ganas de seguir mirando. Posteriormente, vimos el mismo modelo en una pequeña oficina de una gran promotora inmobiliaria de Resorts para extranjeros en Murcia y fue cuando comenzaron las deliberaciones.
Ella decía que era un derroche innecesario mientras que yo soy de la opinión de que lo hacen como signo de distinción de cara al cliente. Algo parecido me pasó hace poco en un complejo tecnológico en las afueras de Madrid con unos sillones de piel.
En el caso que nos ocupa, que tampoco os voy a contar mi vida con detalles, se trata de altavoces de 1.65 metros de altura hechos de algún material transparente, que cubren la banda de frecuencias que va desde los 150 HZ hasta los 20.000, más o menos el límite auditivo humano en general. Para los graves, se hace necesario un altavoz de bajos que va incluido en el pack, junto con el amplificador.
Vía | Coolest-Gadgets. Más información | Ferguson Hill.