Para nadie es una sorpresa que la economía china se ha vuelto una de las más grandes y poderosas en el mundo, esto gracias al trabajo de varios años donde la manufactura y una cantidad desmedida de habitantes ha ocasionado que el crecimiento también se dé en las ciudades a través de nuevos espacios para trabajar y vivir.
Esto podría sonar normal hasta cierto punto ya que estamos hablando de evolución, pero como toda evolución y crecimiento, esto conlleva riesgos como en este caso de la proliferación de casas que rompen con el esquema de modernidad y progreso que quieren los gobernantes y empresarios chinos. Estas casas se conocen como nail-houses y son parte de una paisaje que nos demuestra como en China el pasado ya no tiene cabida en el futuro.
¡Fuera de aquí! China se está modernizando
El término nail-houses o "casas-clavo" se refiere a aquellas propiedades ubicadas en medio de otros edificios o nuevos desarrollos, donde esta casa, casi siempre en ruinas o con rastros de un importante deterioro, permanece como símbolo de resistencia contra el gobierno con la economía con mayor crecimiento en el mundo.
Estas casas o edificios pertenecen a personas que se niegan a vender o entregar su propiedad ya sea porque están en contra de esa idea de evolución y así demuestran rebeldía o resistencia, o porque simplemente el dinero que les ofrecen no es suficiente para hacerse con una nueva propiedad donde vivir.
Poniendo las cosas en contexto, tenemos que durante el comunismo no existía el concepto de propiedad privada, por lo que si el gobierno quería, simplemente podía expropiar una propiedad sin la obligación de darle un centavo al dueño dejándolo literalmente en la calle. Pero hace algunos años estas leyes cambiaron en favor de los dueños de propiedades, por lo que al día de hoy es ilegal demoler o expropiar una casa o edificio sin antes haber llegado a un acuerdo legal con el propietario.
Esto ha ocasionado que los tribunales estén llenos de casos donde grandes compañías demandan el espacio para construir desarrollos pero los dueños se niegan a vender por las causas antes mencionadas pero sobre todo por el poco dinero que en su mayoría ofrecen. Así que en muchas ocasiones estás compañías al estar en desventaja y no llegar a un acuerdo construyen alrededor de la casa como señal de intimidación dejándola incluso sin agua, luz ni drenaje.
La mala noticia es que muchos de estos casos iniciaron en 2007 y después de años de pelea los jueces están empezando a fallar a favor de las compañías, precisamente bajo el argumento del progreso y evolución. Lo que no es justo es que el dinero que están ofreciendo a los propietarios no sirve siquiera para adquirir un pequeño lugar para vivir en esta nueva China.
Vía | The Atlantic En Xataka | ¿Nueva York sin gente? no, es Yujiapu, "la Gran Manzana China"
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