Peloton es una de las empresas más curiosas de los últimos años en el mundo de la tecnología y especialmente el del fitness. Su idea de reinventar las bicicletas estáticas aportando un monitor para pedalear "en grupo" y las clases online le han servido para conseguir vender bicicletas por 2.000 dólares y clases por 468 dólares. Eso sí, si compraste la bicicleta antes de 2016 se acabaron las actualizaciones para ella, han quedado obsoletas.
En estos últimos días, la empresa ha emitido un comunicado a los clientes que compraron la bicicleta de Peloton de primera generación (vendida entre 2014 y 2016). En este comunicado se indica que dejarán de recibir actualizaciones para sus bicicletas, no recibirán las nuevas funciones que la empresa cree para las modelos más nuevos de la bicicleta.
Esto no significa que ya no se pueda utilizar la bicicleta, se podrá seguir accediendo a las clases online y utilizar todas aquellas funciones disponibles hasta ahora. De hecho, según han indicado a The Verge, también actualizarán las bicicletas si aparece algún error. Sin embargo, se acabó la posibilidad de recibir cualquier posible novedad (controles, métricas en pantalla, compatibilidades inalámbricas...) debido al bajo rendimiento de estas bicicletas.
Descuentos para comprar un nuevo monitor
Para entender el problema hay que centrarse en el monitor que acompaña a las bicicletas de Peloton. Todo tiene que ver con el monitor en estas bicicletas, pues la bici en sí en realidad no difiere mucho de las de otras marcas, aparte de una serie de sensores de los que dispone. El monitor sin embargo no se limita a mostrar la velocidad y alguna métrica más, sino que es prácticamente un ordenador que muestra numerosos datos de la sesión, clases online, conexión para pedalear en grupo y más.
Desde Peloton explican que dada la antigüedad de la tecnología utilizada en estos monitores de la primera generación de la bicicleta, ya no admite nuevas funciones que están desarrollando. Podrán seguir utilizándose como hasta ahora, pero sin expectativas de seguir recibiendo mejoras como ocurría hasta ahora.
La solución que propone Peloton es pasar por caja de nuevo, adquirir un nuevo monitor de segunda generación que sí sea capaz de rendir al nivel adecuado para las nuevas prestaciones que vayan implementando. El monitor de Peloton cuesta 750 dólares, es prácticamente la mitad del precio de la bicicleta. Peloton está ofreciendo un descuento de 350 dólares para los afectados por el cambio de política de la empresa.
El éxito de Peloton ha sido importante en estos últimos años porque ha sabido adaptar las ideas que funcionan en otros sectores de la tecnología como son los smartphones por ejemplo: enfoque social y nuevas funciones a base de actualizaciones. Pero también ha adaptado las desventajas que supone esta idea: una obsolescencia asegurada tras un determinado tiempo debido al avance en rendimiento de la tecnología y a los requisitos del software. A la lista de productos tecnológicos de consumo que se cambian periódicamente para estar a la última algunos usuarios también tendrán que incluir la bicicleta.
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