Estamos cerca de poder "hablar" con nuestros familiares muertos. La cuestión es si estamos preparados

HereAfter quiere ayudarte a hablar con los muertos. Sin misticismos, ni ninguna de las tretas que durante siglos han usado los charlatanes. Sus recursos tienen poco que ver de hecho con tableros de ouija, cartas, bolas de cristal o sesiones de espiritismo: graba entrevistas para luego elaborar una “réplica virtual” de una persona, una suerte de chatbot fabricado con las respuestas y voz del entrevistado al que sus amigos y familiares podrán acudir cuando este haya fallecido.

No se trata de un álbum de fotos, ni una simple grabación. La idea es abarcar eso y algo más. Lo que buscan en HereAfter, con sede en California, es ofrecer un software que puedas activar en tu móvil o altavoz inteligente y con el que incluso puedes interactuar, al que puedas plantear preguntas y que te responde con las vivencias de tus difuntos queridos. Todo, por supuesto, usando su voz y forma de expresarse. Lo que la herramienta permite es sencillamente disfrutar de la simulación, evocar la sensación de que sigues charlando con ese amigo, abuela, tío… del que te has despedido.

Charlotte Jee, del MIT Technology Review, lo ha probado con dos chatbots “alimentados” con voces y recuerdos de sus padres —aún vivos— y la experiencia, reconoce, resultó los suficientemente fluida como para sentirse “fascinada” y que a su alrededor hubiera gente que, al verla, creyera que estaba teniendo una charla telefónica convencional, como quien llama a su madre a la hora de la cena.

Un adiós en diferido

Lo de Jee fue un experimento, pero ya hay quien está recurriendo a la tecnología para crear versiones virtuales de sus seres queridos difuntos, una suerte de “clon digital” al que poder dirigirse para recrear las sensaciones de estar hablando con un fallecido y, quizás, facilitar el duelo.

Es el caso de James Vlahos, el propio fundador de HereAfter AI, quien el año pasado reconocía a CNET “charlar” con frecuencia con su padre, fallecido en 2017 a causa de un cáncer de pulmón. Lo hacía gracias a una herramienta que bautizó Dadbot, una IA interactiva que se basa en horas de grabaciones. “No lo reemplaza, pero nos ofrece una manera realmente rica de recordarlo”.

Ni el suyo es el único caso, ni HereAfter la única compañía que aspira a tender un delicado y complejo puente entre vivos y muertos echando mano de una tecnología con resonancias a las distopías de ‘Black Mirror’ y que enraíza en los avances en la inteligencia artificial (IA) y recursos tan sofisticados como LLM ([Large language Models](C:\Users\PC PREGO\Desktop\Textos\large language models (LLMs))), algoritmos de machine learning capaces de reconocer, traducir, predecir y generar conversaciones tras analizar amplias muestras.

Lo lejos que puede llegar la IA tampoco es una novedad. Deepfakes aparte —algunos tan efectivos en la clonación de voz que incluso han servido para perpetrar atracos millonarios—, el ejemplo más claro quizás sea el que dejaba hace unos meses por Blake Lemoine, un ingeniero de Google que tras charlar largo y tendido con LaMDA (Language Model for Dialogue Applications), la herramienta de su compañía para elaborar chatbots con modelos de lenguaje avanzado, acabó convencido de que la IA… había cobrado cierto grado consciencia e incluso gozaba de su propia sensibilidad.

Otra de las startups que ahonda en el mismo camino es StoryFile, que añade el vídeo a la voz. A modo de demostración en su web incluye una prueba que permite “charlar” con el actor canadiense William Shatner, de 91 años. Su dinámica es en parte similar a la de HereAfter: se basa en archivos con imágenes y audio que luego reconvierte en una versión digital, a modo de legado.

El efecto puede resultar fascinante, pero presenta aún limitaciones importantes.

La principal es una de las claves que ayudan a generar la ilusión de estar charlando con una familiar fallecido: la capacidad de interactuación real y, sobre todo, de recrear los grados de relación. Aunque HereAfter o StoryFile permiten apelar al “interlocutor”, lo que ofrecen se parece en cierto modo a un “monumento” que preserva la historia del entrevistado, sus recuerdos y voz. Podemos preguntarles, cierto, pero responden a todas las personas por igual y las respuestas están limitadas.

Hay ya empresas que aspiran a ir más allá, con la vista puesta en la relación entre los interlocutores, como You, Only Virtual, que espera poner en marcha su servicio ya en 2023.

“YOV es un sistema de comunicaciones digitales que usa IA y machine learning para mapear y recrear la dinámica de la relación entre usted y su ser querido a través de la conversación, lo que permite una comunicación auténtica”, explica la compañía, de Los Ángeles, fundada en 2019 y que ofrece a sus clientes “personas virtuales individuales”. Al concepto se refiere como “versonas”, creaciones que —reivindica— están “adaptadas a las complejidades únicas de una relación”.

"Versona es una 'persona virtual', una representación virtual auténtica de su personalidad. Sin igual en su capacidad, la tecnología patentada de YOV le permite enviar mensajes de texto, llamar y hacer llamadas de voz y visuales mientras nuestra inteligencia artificial opera en segundo plano", reivindica la compañía, que asegura haber desarrollado una prueba, Melodi, basado en "cientos de horas" de comunicación entre el fundador de la firma y su madre y el respaldo de la IA y machine learning.

La posibilidad de elaborar "versiones digitales" de otras personas abre por supuesto un amplio abanico de cuestiones éticas. ¿Facilita o complica el duelo de quien ha perdido a un ser querido? ¿Qué rol debe desempeñar el entrevistado? ¿Es fundamental que participe o dé su consentimiento explícito? ¿Y qué impide realizar "versiones digitales" de gente viva, como exparejas?

Las posibilidades son fascinantes. Las preguntas que suscita, también.

Imagen de portada: Laura Fuhrman (Unsplash)

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