Tiene nombre de Decepticon, pero es inofensivo. El Clorotron es un curioso invento que probáblemente sepan apreciar los afortunados propietarios de una piscina este verano. Se trata de un dispositivo que limpia el agua mediante ionización, eliminando la necesidad de añadir cloro cada poco tiempo.
Cuando decimos que limpia, no nos referimos a los insectos u hojitas que siempre acaban cayendo en el agua. El Clorotron no es una Roomba acuática. Lo que hace este dispositivo es generar iones que eliminan completamente los hongos, bacterias y microorganismos que crecerían en cualquier piscina sin tratamiento.
Para ello utiliza un electrodo sumergido conectado a una pastilla mineral que hay que renovar más o menos anualmente. El electrodo es alimentado por una célula solar de baja tensión. Ni los iones ni la corriente que genera el aparato son dañinos para los bañistas. El sistema, de hecho, es preferible al cloro común ya que este último suele enrojecer los ojos, provocar irritaciones en la piel y dañar algunas telas de bañador.
Uno sólo de estos dispositivos se basta para limpiar 100 metros cúbicos de agua. La solución eso sí, no es barata. El Clorotron se puede comprar desde su propia web y cuesta 300 euros.
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