Reaccionan, tienen membranas que absorben las sustancias de manera selectiva y su estructura interna puede configurarse como si de un portátil se tratara. Son las primeras células completamente sintéticas y compuestas de metales.
A partir de aquí hay dos noticias y os dejamos elegir cual es la buena y cual la mala. La primera noticia es que estas células de metal no están vivas aún. La segunda noticia es que los científicos de la Universidad de Glasgow que las han creado trabajan ahora en lograr, literalmente, que vivan, se reproduzcan y evolucionen.
Dicho esto, que cada cual elija si quiere apostar por el futuro de increíbles posibilidades o el apocalipsis robótico. Las células en cuestión han sido bautizadas como iChells (Inorganic Chemical Cells) y están compuestas de sales de hidróxido de amonio, tungsteno, oxígeno y fósforo.
Al menos hasta ahora, el experimento dirigido por el profesor Lee Cronin no va más allá de la pura química, pero es importante porque la permeabilidad selectiva de estas células artificiales pemitiría desarrollar prototipos que cumpliesen funciones muy definididas en un entorno. Sus aplicaciones en otros campos las dejamos a la imaginación de los científicos. Sus posibles aplicaciones si consiguen que cobren vida las dejamos a la imaginación de los novelistas.
Vía | Dvice
Más información | University of Glasgow