Dados ya los primeros pasos en la tecnología de la tinta electrónica, el consumidor espera rápidas mejoras en los dispositivos basados en esa tecnología.
A lo que aspiramos en la actualidad es sobre todo a mejoras la resolución de las pantallas y a tener por fin color. Que el papel electrónico se empiece a poder doblar en productos reales y que sea táctil son otras aspiraciones a las que seguro que el consumidor no quiere renunciar dentro del campo del libro electrónico.
Papel electrónico a color
Ya hay aventuras iniciales en el campo del papel electrónico a color básicamente con la ayuda de filtros. La propia E-Ink presentó un modelo listo para comercializar a finales del año 2005. El inconveniente de este tipo de equipos es el poco brillo que se consigue y lo caro de la tecnología.
Más o menos un año después sería Fujitsu la que mostraría al mundo una pantalla de cristal líquido a color en la que una vez cargada la imagen, no sería necesaria energía eléctrica para mantenerla. De allí surgió el lector Flepia, pero a precios de más de 18.000 dólares, por lo que os imagináis que no fueron precisamente un éxito de ventas.
La siguiente versión de este modelo de Fujitsu, con pantalla táctil también, ya se sitúa en los 750 dólares, algo mejor.
Sin embargo la aproximación más real al papel físico lo logró hace unos meses Philips, que mostró un papel electrónico a color que resultaba mucho más brillante y real que las imágenes que podíamos obtener en una pantalla LCD.
La marca holandesa es de las que más en serio se está tomando esa carrera. Polymer Vision es su punta de lanza y trabaja principalmente con pantallas orgánicas, que es hacia donde va la industria.
Pero el modelo más espectacular de libro electrónico a color nos los ha dejado de momento la marca Bridgestone, de nada más y nada menos que 13 pulgadas.
Flexibilidad aplicada a nuevos diseños
Una características que también se está buscando a un ritmo endiablado en el papel electrónico es la flexibilidad. Si pensamos en el libro electrónico como un sustituto del lubro tradicional, la flexibilidad parece una funcionalidad lógica. Pero de nuevo nos topamos con problemas en la producción masiva de este tipo de papel y en su precio. Hay avances que nos dan esperanza, como el transistir electrocrómico.
Sin embargo, lo más esperanzador se llama Readius, prototipo que en Xataka estuvimos probando y nos dejó buenas sensaciones.
Libro electrónico táctil
De las aspiraciones que planteamos para el libro electrónico, el aspecto táctil es el que más avanzado se encuentra. Con el mercado de la educación en mente principalmente, ya disponemos en el mercado de modelos que nos dejan tocar el papel electrónico.
De esta manera, tomar notas o enriquecer el texto con hiperenlaces potencia positivamente el libro electrónico.
De los libros electrónicos con pantalla táctil que encontramos actualmente en el mercado, el iRex es de los más destacados, incluyendo una versión incluso conectividad inalámbrica. Pero no perdamos de vista los modelos de Samsung o el que está por venir de la mano de Asus.
Pixel Qi, el futuro
Ni la tecnología de cristal líquido ni el papel electrónico parece que vayan a tener el futuro todo lo claro que querrían en el campo de los dispositivos de lectura portátiles. Así que Pixel Qi entró este año como un vendaval en el campo del libro electrónico, entre otros, porque el tipo de pantalla que proponen puede usarse en portátiles o incluso televisores con un bajo coste.
La empresa que hay detrás de Pixel Qi está creando un papel electrónico a color con funciones de vídeo que se pueda producir de forma masiva y a bajo precio.
Esa innovadora pantalla llamada 3Qi podrá comportarse de tres formas distintas, como ya vimos. Por un lado será un pantalla a color brillante, al estilo de las LCD. También podrá actuar como una pantalla de bajo consumo y con la que no tendremos problemas para leer bajo la luz directa del sol. Por último podrá ser como el papel electrónico.
Los primeros modelos saldrán con tamaños de 7.5 y 10.5 pulgadas.