Cuando un niño, pongamos que de entre 5 y 6 años, conoce un gadget, digamos que una Nintendo DS Lite o la Wii, el resultado es que has perdido la opción de jugar con ese cacharro desde que amanece hasta que el sol se pone. Digamos que hablo con conocimiento de causa.
También es cierto que es a esas edades cuando se está en condiciones de absorber muchos datos, como por ejemplo idiomas. Si unimos las dos afirmaciones de arriba, el diccionario electrónico de Sharp para niños no me parece mala idea.
Pensada para que los más pequeños aprendan inglés a veces sin que se den cuenta, el diccionario electrónico KD-E1 lleva diferentes juegos educativos para que ese efecto de estar jugando sin que sean conscientes de que están aprendiendo al mismo tiempo se cumpla perfectamente.
El diseño y colores está enfocado a que guste a los más pequeños. Lo que ya no es tan diminuto es el precio, pues el capricho sale casi más caro que un profesor de inglés: 290 euros.
Vía | Akihabaranews.