Para una página web. Para un programa. Para una app. Los desarrolladores y programadores trabajan con programas que les permiten editar el código, trabajar con él y modificarlo. Las opciones son múltiples y variadas. Los podemos encontrar como aplicación independiente, dentro de un entorno de programación (Integrated Development Environment, IDE) e incluso en formato web.
Elegir uno u otro depende de muchos factores: desde el entorno para el que se va a desarrollar (Android, web, Windows...), la compatibiliad o no con determinados lenguajes de programación o las capacidades que tenga (bien innatas, bien a través de plugins o extensiones).
Hemos preguntado a 8 programadores cuál es su editor de desarrollo favorito y por qué. Esto es lo que nos han contado.
Jorge Ferreiro: VS Code
Jorge Ferrerio, Product Manager en StreamYardApp
Para este programador especializado en desarrollo web, y creador del programa DevelopersInDepth, Visual Studio Code de Microsoft es el mejor editor para trabajar, especialmente por la mejora de productividad. “Se puede trabajar rápido, de forma eficiente y tiene extensiones e integraciones creadas por usuarios que realmente hacen que la experiencia completa de usar el editor sea muy potente. Es fascinante el autocompletado de texto, funciones, variables…”. Curiosamente, asegura que le resulta más amigable trabajar con VS Code en entornos Macintosh que Windows.
En este punto Ferreiro habla de la colaboración que permite con otros compañeros de trabajo, incluso de manera remota. “LiveShare te permite compartir en tiempo real tu código fuente además de tu consola de comandos. Es muy potente. Puedes programar en pareja. Basta con enviar un link para que pueda la otra persona editar y escribir, lo que hace que sea muy útil”.
Además de su velocidad, Ferreiro valora la inteligencia con la que Microsoft ha dotado a este editor, así como el soporte a varios lenguajes de programación y ser multiplataforma (Windows, Mac, Linux) (aunque, curiosamente, asegura que le resulta más amigable de usar en entornos Macintosh que Windows). De hecho, el que detrás del editor esté una empresa como Microsoft es algo que Ferreiro valora especialmente. “A veces los editores los crean y mantienen personas en sus ratos libres a través de open source, pero en VS Code es Microsoft la que apuesta por ello, invirtiendo tiempo, dinero y recursos. Eso da tranquilidad y sabes que la empresa tiene poder de seguir mejorando el proyecto”, señala.
Ferreiro también destaca que es un editor con el que resulta “muy sencillo compartir configuraciones entre diferentes ordenadores y me gusta tener la misma experiencia VS Code en cualquier ordenador que utilice”, detalla Jorge Ferreiro, quien también valora como muy relevante las extensiones disponibles para Visual Studio a través de su Marketplace. La comunidad de extensiones no es solo muy rica, sino que, según este desarrollador, la manera de instalarlas y configurarlas es muy rápida e intuitiva.
A nivel de temas del editor de texto, recientemente se ha instalado Night Owl. "Me gusta mucho cómo resalta la sintaxis a la hora de programar con JavaScript (React/Node.JS)", detalla. Como fuente del editor, se decanta por Dank Mono y reconoce usar mucho las extensiones Live Share, Prettier y GitLens "que me ayuda un montón a la hora de tener contexto a la hora de trabajar con diferentes repositorios Git".
Marina Serrano: IntelliJ y Visual Stdio
Marina Serrano Montes, Lead Application Developer en Vonage, cofundadora de BeByDoing y Girls in Tech Spain
Si algo ha aprendido en los últimos años esta programadora respecto editores de código es que escribir en diferentes lenguajes de programación “no implica tener que utilizar un editor especializado para cada uno”, sino que existen editores “realmente versátiles que te permiten de forma intuitiva, veloz y sobretodo personalizada crear código, independientemente del lenguaje de programación”.
En su caso, decidió dejar la herencia de Eclipse, y apostar por IntelliJ IDEA Community Edition para el desarrollo en Java. “Destaco su diseño bastante ligero, algunas de las funcionales que ofrece como JUNit testing, TestNG, debugging, autocompletado de código, editor de código para XML y Java, y su integración con algunos de los sistemas de control de versiones más importantes, como Git”, nos detalla.
Esta desarrolladora valora que IntelliJ venga con todo instalado y equipado de serie. “Te permite importar un proyecto y tenerlo todo configurado en pocos pasos”, asegura. Además, su amplio set de plugins también es un punto a su favor, aunque reconoce que “quizás” ésta sea también la mayor desventaja que presenta en su versión CE: muchos de estos plugins no están disponibles en la versión gratuita.
Para el resto de lenguajes de programación, desde hace tiempo, Marina Serrano Montes apuesta por Visual Studio, dado que "sigue siendo un entorno de programación robusto, con numerosas funcionalidades integradas, con una gran librería de extensiones para dar soporte a diferentes lenguajes de programación, personalización del entorno, análisis y visualización del rendimiento, flujo de trabajo sin interrupciones y herramientas para automatización". Aunque asegura que el rendimiento de Visual Studio "se puede ver comprometido en algunos escenarios con proyectos con muchos controles, extensiones…", por lo que cree que, en estos casos, "es necesario optimizar la configuración del entorno para evitar errores y aprovechar mejor la memoria del sistema".
También lee gustaría destacar la versión Community de PyCharm para principiantes en desarrollo Python y las opciones que ofrecen de licencias gratuitas para estudiantes. "Si Python es un lenguaje atractivo y popular para la iniciación a la programación, para mí, el uso y conocimiento de un IDE para el desarrollo software tiene estar en el plan de aprendizaje desde primer momento".
En este punto, Marina Serrano cree que sigue siendo importante diferenciar entre un IDE y un Editor de Texto. "Estos últimos nos ofrecen funcionalidades sofisticadas relacionadas con la sintaxis del código, interfaces personalizadas, etc. pero ’sólo’ nos permiten escribir código. Por defecto, no suelen incluir compilador y depurador. Con lo cual, para el desarrollo de software requieren usar herramientas externas", explica.
Juan Lupión: Emacs
Juan Lupión, CTO de The Cocktail
Para el CTO de The Coctaill, el editor de textos favorito es GNU Emacs, que lleva usando desde hace más de dos décadas. Tanto le apasiona que, aunque reconoce haber probado -y probará- “decenas” de editores, “siempre termino volviendo a Emacs”.
¿Por qué? “Un editor debe cumplir una serie de requisitos clave: que pueda funcionar en terminal de texto, ser extensible, multiplataforma y tener una expectativa de vida razonable, lo que prácticamente obliga a que sea de código abierto”, sentencia. Lupión asegura que hay otro “gran editor” que cumple con estas premisas: vim, que emplea sobre todo para sesiones rápidas de edición. Pero “cuando necesito entrar en "la zona" acudo a Emacs: la memoria muscular de todos estos años es difícil de quitar”, reconoce.
Juan Lupión destaca las posibilidades que tiene Emacs: “no sólo puedes personalizar hasta el más mínimo detalle del editor, sino que puedes confiar en que hay una extensión para hacer lo que quieras, desde utilizar Git con magit a organizar tus tareas con org-mode, lanzar terminales -incluso ejecutar vim dentro de un terminal en Emacs-, leer el correo, o programar rápidamente código improvisado para alguna tarea más exótica (eso sí, en un dialecto de Lisp y con una interfaz de usuario a la que cuesta acostumbrarse)”, subraya. Esta “flexibilidad extrema” es, no obstante, su mayor inconveniente, dado que el desarrollador puede caer en la tentación de “toquetear su instalación más allá de lo recomendable”. “Es el único editor donde he visto usar el término de "declararse en bancarrota de la configuración", cuando un usuario reconoce que la ha embrollado tanto que le merece la pena empezar de cero”, señala.
Por último, Lupión recomienda tener claro que un editor es una herramienta y no un fin. Con eso como base, “conviene escoger uno y dedicar tiempo a dominarlo en detalle, es una inversión de tiempo que a la larga trae cuenta: dentro de diez años no sabemos si existirá Sublime Text, pero Emacs y vim seguirán ahí”.
Laura Lacarra: VS Code
Laura Lacarra, Data Engineering en Telefónica
Esta ingeniera de Business Intelligence y Big Data en Telefónica reconoce que ha usado muchos editores de programación, cada uno de ellos con una finalidad distinta. “Cuando estaba con Java Swing, Spring Boot, Spring Batch de Java, utilizaba eclipse. Cuando empecé con python, lo hice de la mano de PyCharm y Sublime Text”, rememora.
Ahora que está inmersa en labores de Devops, lo que más programa es Yaml, Python y SH. “Necesito conectarme a máquinas para tener conexiones que no llego desde mi PC local”, explica, motivo por el cual se cambió a Visual Studio Code. “Conocí Visual Studio Code por un tweet de Diana Aceves”, recuerda, y asegura que este editor le ayuda con “autocompletados, precompila, tiene un montón de atajos de teclado y en definitiva ahorra tiempo”.
Lacarra también destaca que es un editor sencillo de instalar y configurar, así como para actualizar e instalar cualquier plugin. “De hecho, te recomienda plugins según lo que estés editando”, manifiesta. También le gusta el hecho de que se puede migrar con los comandos de tu anterior editor. “Utilizo MobaXTerm para establecer conexiones a las máquinas y abro los proyectos con Visual Studio. La facilidad de que tenga git integrado ayuda a no abrir más herramientas. En definitiva siempre busco facilidades a la hora de programar y este editor me va como un guante”, sentencia.
Carlos Carús: AWS Cloud9
Carlos Carús, Senior Manager de Solutions Architecture en Amazon Web Services (AWS)
Carlos Carús ironiza con el hecho de que la búsqueda del editor definitivo “ha existido desde mi época en la facultad, cuando mis compañeros se dividían en bandos defendiendo las macros de EMACS contra la versatilidad de VI (¿quién no sabe qué es ESC :wq ?)”.
Este responsable asegura que sus necesidades para un IDE de desarrollo “han cambiado mucho”. “A un editor le pedimos funcionalidades que ayuden a un desarrollo ágil como autocompletado, resaltado de sintaxis o integración con herramientas de desarrollo continuo y un uso mantenimiento de recursos mínimo (binarios, compiladores, librerías, etc.)”.
Su elección, en este sentido es AWS Cloud9, no solo por lo dicho anteriormente, sino porque está basado en la nube, por lo que solo necesita un navegador web para trabajar con él. “Puedo usarlo con mi portátil o con la tablet cuando estoy viajando permitiéndome trabajar en mis proyectos con un único entorno”, defiende.
Carús también destaca que tiene editor colaborativo en tiempo real, lo que “me permite compartir mi sesión de trabajo con compañeros y dependiendo de lo que esté haciendo, puedo cambiar la máquina virtual que usa para tener una con más memoria y con más cores ¿trabajando en algo ligero? 1GB y 1 core; ¿algo pesado que pida músculo? Pues 256GB de memoria y 64 cores a mi servicio. Y lo único que necesito es un navegador web”, reitera.
Txema Rodríguez: Android Studio
Txema Rodríguez, Android Lead en jobandtalent y editor en Genbeta Dev
Por su profesión como programador Android, Txema Rodríguez asegura estar “atrapado” en Android Studio. “Es el IDE que integra todo el desarrollo de Android basado en el conocidísimo IntelliJ”, explica.
Sin embargo, lamenta que pese a estar basado en IntelliJ, los desarrolladores Android como él están “supeditados a las actualizaciones de la mano de Google, tanto en la plataforma Android como en disponer de las últimas novedades del IntelliJ base, normalmente, más adelantado”. Pero “no podemos quejarnos al ser un entorno gratuito de una herramienta increíblemente potente”. Eso sí, puestos a añorar algo, Rodríguez habla de disponer de herramientas alternativas “para no estar casado eternamente con este IDE para desarrollar aplicaciones Android."
Paola García: Webstorm
Paola García, ingeniería de software, CEO en Ciencia en el Nacimiento y co fundadora y CEO de Chefly
Además de emprendedora, como programadora el editor que usa Paola García en su día a día es Webstorm, pese a que no siempre ha sido así.
De hecho, sus inicios laborales (allá por 2009) están ligados a J2ME, un lenguaje Java que se habia adaptado para los dispositivos móviles. “En esos años Android apareció en sus primeras versiones como sistema operativo para móviles y de manera autodidacta empecé a aprender a programarlo siguiendo la documentación de Google. El editor que se usaba entonces para Android era Eclipse”, recuerda esta ingeniera, quien también rememora cómo participó en un proyecto piloto que usaba Android y NFC, en colaboración con VISA, para que los empleados pudieran pagar la comida con su teléfono. “A partir de ahí mi carrera de orientó al desarrollo Android y con ella evolucionó también el editor que usaba. Llegó Android Studio”, señala.
En 2012 esta desarrolladora quiso dar un impulso a su carrera como programadora, “y me lancé como freelance en Irlanda”, donde seguía programando en Android. Pero surgió la semilla de lo que luego sería la Startup tecnológica que esta ingeniera dirige ahora Chefly, lo que le llevó a introducirse en la programación web. “Recuerdo que mi co-fundador usaba Atom, como editor para Javascript, pero aunque estaba de moda en ese momento yo sentía que no era el editor apropiado para mi, por mi background acostumbrada a un IDE como Eclipse, mi forma de estructurar las cosas y de pensar”, nos explica. Fue así como, en verano de 2013 en un co-working de San Francisco descubrió Webstorm. “Empecé a investigar la empresa que lo había desarrollado, JetBrains. Era la misma que desarrolló Android Studio por lo que me venía como anillo al dedo, y ¡el aprendizaje fue muy inmediato!”, asegura.
A día de hoy Webstorm sigue siendo su base para programar tanto frontend como backend. “Me siento agusto con este IDE que me facilita mucho la vida en el día a día programando”, asegura.
Paola García aconseja “no dejarse llevar por las modas o por aquello que usan los demás sin probar si va contigo. Simplemente encuentra el medio que más se adapte a tu forma de programar, pensar y estructurar el código y que sientes que se amolda mas a ti como programador. Lo importante es obtener un buen software, un buen resultado, y disfrutar por el camino. Lo demás sólo es el medio, y no hay secretos universales para elegirlo. Para cada persona es diferente, como todos somos diferentes”.
José Manuel Alarcón: VS Code
José Manuel Alarcón, fundador de campusMVP.es, proyecto de formación on-line para programadores en español.
Lleva dedicado a la programación y a la Web “prácticamente desde que ésta apareció”. Quizá por eso, si esta pregunta se la hubiésemos planteado hace 3 o 4 años, habría respondido Visual Studio, al que reconoce que estaba muy acostumbrado y del que valora que cada vez le añaden más soporte para todo tipo de lenguajes.
Pero, en la actualidad y “desde hace tiempo”, su editor favorito “sin lugar a dudas” es Visual Studio Code. “He de confesar que cuando Microsoft lo lanzó a finales de 2015 mi actitud hacia él no fue precisamente positiva”, reconoce Alarcón. “No le veía sentido existiendo editores estupendos como Atom o Sublime”, señala. “Pensé que sería otro de esos intentos absurdos que hace a veces Microsoft de posicionar una alternativa suya "porque sí" y que se quedaría en nada. Me equivoqué mucho, y enseguida pude verlo, al igual que el resto de la comunidad: ahora mismo tiene un porcentaje de uso brutal. Dependiendo del lenguaje se habla de hasta un 70% de programadores que lo utilizan”, señala.
De Visual Studio Code Alarcón alaba que sea un editor “extremadamente capaz” para muchos lenguajes: JavaScript, TypeScript, HTML+CSS, Java, Python, C#, PHP, C++, Go... “Te ayuda para escribir código, depurar, hacer tests, gestionar el código fuente... y es super-ágil. Yo incluso lo utilizo para escribir contenidos en Markdown, por todas las facilidades que me da, y he dejado de lado los editores que usaba antes”, sentencia.
Este desarrollador también destaca la “infinidad de extensiones para casi cualquier cosa que se te ocurra sin que por ello pierda ni ápice de agilidad al lanzarlo y utilizarlo (que era otro miedo que tenía con él al principio)”. Además de ser multi-plataforma (Windows, macOS, Linux), de código abierto, Alarcón valora positivamente que “lo actualizan puntualmente todos los meses con nuevas cosas, algunas realmente chulas y potentes”.
Finalmente, “lo puedes usar para colaborar con otras personas gracias la tecnología Live Share integrada, que te permite trabajar, depurar y hasta compartir línea de comandos en tiempo real con varios programadores, hablando y chateando al mismo tiempo. Una pasada”.
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