La guerra no solo se libra en el campo de batalla con equipamiento militar convencional, también se utilizan sofisticados instrumentos que apuntan al espectro electromagnético del enemigo en lo que se conoce como "guerra electrónica". El objetivo de esta es interceptar o interrumpir las comunicaciones, radares, sistemas de navegación y control a distancia de terminados objetivos. Un ataque de este tipo puede ser un golpe bajo en un escenario bélico.
Estados Unidos lo sabe bien. El país, que presume de "el avión de combate más avanzado del mundo", el Lockheed Martin F-35; "el portaviones más grande del mundo", el USS Gerald R. Ford (CVN-78), no podía ser menos en la guerra electrónica, así que ha presentado antes de un vuelo hacia la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan en Tucson, Arizona , el EC-37B Call, un avión que reemplazará al viejo EC-130H Call.
Preparado para ataques electrónicos más sofisticados
El EC-37B todavía no está listo para unirse a la Fuerza Aérea estadounidense, pero es ahora cuando vemos un resultado tangible de los planes del país para mejorar sus capacidades de guerra electrónica. Se trata de un Gulfstream G550 altamente modificado por los contratistas L3Harris y BAE Systems para cumplir tareas de defensa. Aunque no hay demasiados detalles sobre los componentes internos, queda en evidencia la modificación del fuselaje, que ya no se parece a la del modelo convencional.
Los sistemas incorporados en el EC-37B permitirán interrumpir las comunicaciones del adversario, lo que lo dejaría aislado y sin la capacidad de compartir información importante. Además, serán útiles para otros tipos de ataques electrónicos, como las tareas de inteligencia que buscan interceptar las comunicaciones para recopilar y analizar datos. Esto último podría revelar futuros movimientos en el escenario de batalla, incluso revelar la ubicación precisa de determinados objetivos.
Cabe señalar que la guerra electrónica no es un concepto nuevo y, en el caso de Estados Unidos, se ha estado desarrollando por más de 40 años con el EC-130H Call, un Hercules C-130 modificado para los mencionados fines. Este tipo de avión, sin embargo, entró en servicio en 1982 y algunas de sus características fueron actualizadas, pero para seguir avanzando se necesitaba utilizar una nueva plataforma. Así, entró en juego el Gulfstream G550 con el nombre de EC-37B.
El EC-37B podrá volar mucho más alto que el viejo Hércules, una ventaja que se traducirá en permitir ataques electrónicos más amplios y desde mayor distancia, lo que reducirá el riego de una respuesta armada. Además, según BAE Systems, el avión será más rápido que su antecesor y tendrá amplias posibilidades de actualización. Por lo pronto queda esperar por el cronograma de entrega, que debería empezar en algún momento de 2023 con la puesta en servicio de los primeros cinco aviones de un total de 14.
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