Ya sea por la comodidad, la novedad o que realmente el tema tecnológico pone a la gente, el libro electrónico va a hacer que la gente lea más. O al menos que se lleve más libros a casa desde las biliotecas. Eso sí, sin colas ni paseos (a veces muy románticos) por los pasillos de las bibliotecas.
En Reino Unido han visto incrementados los socios de sus bibliotecas desde que empezaron a ofrecer el préstamo de libros en formato electrónico. Y es que el sistema de préstamo de los libros digitales es tan cómodo que parece lógico que aumente su préstamo. Para obtener uno por un periodo de 14 días no tenemos ni tan siquiera que acudir a la bilioteca. Si introducimos nuestro usuario y contraseña de lector en la web de la biblioteca, podremos descargarnos el libro que deseamos leer. O podemos acudir directamente a la biblioteca y obtenerlo desde allí.
Este sistema lleva una ventaja para las bibliotecas directamente integrada: no se nos puede olvidar devolver el libro porque tras el periodo de préstamos, simplemente desaparece, vamos, que no es ya accesible desde el ordenador o nuestro lector de libros electrónicos. Eso sí, no te lleves tu Amazon porque los libros de estas bibliotecas y la mayoría no son compatibles con el formato propietario del Kindle.
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