El primer intento para regular el tráfico de drones en EEUU será tener las rutas planificadas

El primer intento para regular el tráfico de drones en EEUU será tener las rutas planificadas
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El gran reto de los próximos años relacionado con los drones no va a ser si Amazon nos lleva un paquete a nuestra puerta o no. Controlar que no haya incidentes con esos drones en el espacio aéreo sí.

La NASA ya está trabajando para encontrar la mejor manera de controlar el tráfico cuando los drones comerciales sean una realidad. Para 2018 las previsiones son de unos 7.500 drones surcando los cielos de EEUU, y entones debe haber una manera de evitar incidentes como pasa con los aviones.

El primer intento de la NASA lo llevará a cabo de la mano de la empresa Airware, especializada en dotar de tecnología de control, tanto a nivel de software como de hardware, a fabricantes y usuarios de drones comerciales.

Primero conocer el plan de vuelo de cada drone

El sistema que planea poner en marcha la NASA se basa en disponer de información centralizada sobre los planes de vuelo de cada drone que quiera salir a volar. Vía Internet, esos planes serían enviados por cada fabricante a un centro de control que aprobaría o no el plan de vuelo dependiendo de otros vuelos, posibles obstáculos como edificios o la predicción del tiempo.

A poco que la base instalada de drones crezca, este sistema sería inviable. Así que la siguiente fase prevista por la NASA y Airware implica que ese centro de control del tráfico aéreo de drones pudiera enviar instrucciones directamente a los drones durante su vuelo tanto para informarles de posibles incidencias con otros drones en la zona, como para modificar su plan de vuelo sobre la marcha.

En caso de que el drone se saliera de la zona de acción, el sistema lo obligaría a volver o realizar un aterrizaje de urgencia.

Amazon Drone

El método que Airware propone para la comunicación entre drones y los centros de control sería el lógico: conectividad 3G, básicamente porque se trata de un equipamiento asequible y sobre todo menos pesado que el habitual en los aviones comerciales.

Las primeras pruebas de este sistema tendrán lugar en una base de la NASA en California, donde drones y helicópteros compartirán espacio aéreo.

Vía | Technology Review.

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