Vamos a jugar a una cosa. Imaginaos una tele. Una tele normal, no os doy más indicaciones, pensad, por ejemplo, en la tele que tenéis en casa. Seguramente no me equivoque demasiado si digo que es una tele probablemente grande, plana y ligeramente delgada. Dependerá de lo que cada uno tenga en casa, pero seguramente la mayoría hayamos pensado en algo parecido a esto.
Esto es una tele actual. No es la QD-OLED de Samsung ni lo último en pantallas de Sony, es una tele normal. Es el tipo de televisor que, en mayor o menor medida, habita en el imaginario colectivo del usuario. Entonces, si es así, la pregunta es: ¿por qué el emoji de la tele sigue mostrando una tele de tubo 📺? Hablemos de esto.
Emojis actualizados, pero tampoco mucho
A día de hoy existen 3.633 emojis y cada vez son más. Los nuevos emojis se introducen con las nuevas versiones del Estándar Unicode y la última en llegar, que ha sido Emoji 14.0, añadió 112 emojis nuevos. Normalmente, cuando se agregan emojis nuevos, se agregan tonos de piel e iconos totalmente nuevos, pero también se suelen actualizar los que, por algún motivo, están mal.
Seguramente recordéis la que se montó con Google, Apple y el emoji de la hamburguesa. Básicamente, el emoji de Apple mostraba pan, tomate, queso, carne, lechuga y pan. Google, por su parte, mostraba pan, lechuga, tomate, carne, queso y pan. ¿Quién pone el queso debajo de la carne? Se actualizó y se arregló.
Lo mismo pasó con el emoji de la cerveza, que en la versión de Google tenía espuma cayendo del borde cuando el líquido apenas llegaba a la mitad del recipiente. Y no hablemos ya de la paella. La cosa es que, más allá de que cada emoji se ve diferente en cada sistema operativo, queda claro que se pueden actualizar para adaptarlos a los tiempos.
El ejemplo más claro lo tenemos en el teléfono. Cuando Softbank lanzó los primeros emojis en 1997, el teléfono era un móvil con su antenita, su teclado alfanumérico, etc. Hoy, ese mismo emoji es un teléfono todo pantalla y en todos los sistemas operativos se representa como tal. Cada uno con su estética, sí, pero fiel a los teléfonos que tenemos hoy en día.
Con la tele, sin embargo, no ocurre. Salvo en contadas excepciones, como en Facebook Messenger, Softbank y, en menor medida, OpenMoji, todos los sistemas operativos muestran el emoji de la tele como una tele digna de 'Cuéntame cómo pasó'.
El emoji de la televisión se aprobó como parte de Unicode 6.0 en 2010 y se añadió a Emoji 1.0 en 2015. En 2010 ya teníamos televisores planos (y hasta 3D, que en paz descanse), y lo sabemos porque en 2010 ya estábamos celebrando los Premios Xataka y todos los candidatos a mejor televisor eran no solo planos, sino un adelanto del diseño que tienen los televisores actuales.
La cosa es que, mientras otros emojis han evolucionado, mejorado o adaptado, el de la tele no. Y es curioso, porque en los últimos años el mundo de las televisiones ha avanzado significativamente. Su representación "emojiana", sin embargo, se ha estancado en las teles de tubo. Y quizá tenga sentido.
Pues lo cambiamos y ya... o quizá no
¿Y no sería fan fácil como cambiarlo y ya? No tanto. El organismo encargado de aprobar el Estándar Unicode es el Consorcio Unicode, formado por grandes empresas del sector como Adobe, Apple, Facebook, Google, Microsoft, Netflix o Salesforce. Tienes la lista completa en su web.
Este consorcio hace solicitudes de propuestas públicas para averiguar qué emojis deberían ser implementados en el estándar. El subcomité revisa regularmente propuestas de nuevos emojis y, basándose en los siguientes criterios (resumidos, los completos están aquí), se seleccionan o no.
- ¿Funcionará la imagen en el tamaño pequeño en el que se utilizan habitualmente los emoji?
- ¿Añade el emoji algo más a lo que se puede decir utilizando un emoji o se puede expresar la idea utilizando los emoji existentes?
- ¿Hay pruebas sustanciales de que un gran número de personas probablemente utilizará este nuevo emoji?
Es un proceso largo, tedioso y con un filtro para nada desdeñable. Es decir, el proceso de aprobar un emoji, que a simple vista es poco más que un icono en la pantalla del móvil, puede durar hasta dos años. Pero lo más interesante es que si miramos los criterios, seguramente el emoji de la tele actual sea, sencillamente, suficiente.
Cierto es que está desactualizado y que las generaciones actuales seguramente no se sientan identificadas con las teles mostradas en los emojis, pero cumple su objetivo: es fácil identificar una tele con ese emoji. ¿Es una tele vieja? Sí, pero es una tele. Si lo uso en una conversación, la otra persona sabrá que hablo de una tele.
Ahora pensemos en poner una tele actual como emoji.: una pantalla enorme y un soporte pequeño. A simple vista podría ser una tele, pero también un monitor, un ordenador AiO o hasta una tablet. De hecho, no existe el emoji de tablet y me atrevería a decir que es, precisamente, por eso, porque no sería fácil distinguirlo de un móvil o un portátil.
¿Podría hacerse? Podría hacerse, por supuesto, pero no es estrictamente necesario. La clave de un emoji es que con solo un vistazo se pueda saber de qué estamos hablando. Igual que con el teléfono fijo ☎️. ¿Cuántos teléfonos fijos siguen siendo así? Pocos, pero si ves el emoji sabes que es un teléfono fijo. Con la tele sucede lo mismo. ¿Es una tele actual? No, pero sabemos que es una tele. De tubo, pero una tele.
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