Imagínese un instrumento musical cuyo sonido fuera provocado por la caída de 2.000 canicas de metal. Y que, además, se tratara de una máquina capaz de integrar en su interior otros seis instrumentos de percusión y cuerda. Pues bien, aunque pueda sonar a película de ciencia ficción, un sueco llamado Molin Martin y su grupo Wintergatan han conseguido llevar a cabo toda una proeza de ingeniería y música para dar vida a Marble Machine. Un fenómeno que se ha vuelto viral y cuyos progresos son seguidos por millones de internautas.
“Una vez vi un vídeo en youtube de una máquina de canicas y se me pasó por la cabeza la idea de programar un patrón de caída que hiciera que esas canicas fueran arrojadas sobre diferentes instrumentos para hacer sonar notas musicales”, cuenta Molin Martin, principal impulsor de Marble Machine. Aunque actualmente Martin no esté concediendo entrevistas, en un comunicado a Xataka confiesa que su pasión por los engranajes perdura desde su niñez, cuando pasaba horas construyendo con piezas de lego todo tipo de aparatos imaginarios.
El mecanismo de este psicodélico instrumento es complejo y, para conseguir el ensamblaje perfecto de sus piezas, se ha requerido de la precisión más absoluta en su creación. Marble Machine es una caja de música propulsada a mano a partir de una manivela. Este movimiento, que el artista realiza con una mano, origina que una cinta transportadora eleve varias canicas y luego las libere a través de tubos y puertas programables, cayendo y golpeando los instrumentos que se encuentran en la parte inferior de la maquinaria.
Molin empezó su proyecto desde cero totalmente solo. Cuenta que para ponerlo todo en marcha tuvo que comprar todas la máquinas con las que trabajar la madera, de la que estaba hecho el primer prototipo. “Conseguí una sierra de cinta, una mesa y una prensa de varilla. Lo primero que hice fue empezar con la construcción de una rueda de programación y luego armé toda la máquina entorno a eso”, cuenta. El diseño se realizó mediante el método de ensayo y error. “Dibujé un boceto simple en un software 3D principalmente para obtener las dimensiones básicas y cuando supe que la base sería 80X80 cm, improvisé desde allí”, explica.
Molin confiesa que es un adicto a lo que él denomina “el estado psicológico del flujo”. “Cuando todo deja de existir ya no hay tiempo ni espacio. Para mí, resolver problemas es lo que me mantiene activo. Creo que esa es la razón por la que hago lo que hago. Todo el proyecto es un festival de solucionar problemas”, comenta el músico. Este primer modelo le llevó al artista 14 meses de construir y consistía principalmente en piezas de madera contrachapada, cortada a mano por él mismo. “Cuando empecé calculé que me llevaría aproximadamente dos meses en acabarla, pero me equivocaba. Lo que sí es cierto es que durante todo el proceso veía que solo avanzaba y pensaba: “terminaré pronto”’.
Un fenómeno viral en Internet
Actualmente, Wintergatan, la banda formada por Molin, se encuentra mejorando una nueva versión de la misma máquina. Este instrumento ha recibido el nombre de Marble Machine X y ha catapultado al artista hacia el éxito de Youtube. Cada miércoles, Wintergatan publica un nuevo vídeo en su canal para mostrar a sus seguidores los progresos en la construcción, las dificultades que le van surgiendo y algunos avances sobre sus giras en directo. Su canal ya reúne 1,47 millones de fervientes seguidores, que animan Molin a seguir en la evolución de su invento. Lo que empezó como un proyecto amateur se ha convertido en todo un fenómeno viral en internet. Sus vídeos, de una duración aproximada de 20 minutos, acumulan una media de 500.000 visualizaciones.
Diez meses después de que la Marble Machine original estuviera acabada, la banda la desarmó y anunció sus planes para comenzar la nueva versión. El objetivo era resolver una multitud de problemas en su mecanismo para conseguir llevarla de gira. Conforme su proyecto crece, también lo hace su ambición. En su nuevo proyecto, Wintergatan se encuentra colaborando con un equipo de ingenieros y fanáticos del diseño que han visto un mundo de posibilidades en este imaginativo instrumento. “Había algo especial en la máquina original, pero sentía que estaba apunto de desmoronarse en cualquier momento. Es cierto que parte de ese encanto y peligro que tenía se pierden de alguna manera en la destreza de ingeniería y el buen funcionamiento de la nueva Marble Machine X”, explica Molin.
La nueva máquina cuenta con un marco de metal y engranajes encauzados C&C. A primera vista difiere bastante de la original, que estaba formada principalmente de materiales de madera contrachapada.“Se trata de tomar la idea original y refinarla, desarrollarla y hacerla aún más increíble”, comenta. Para el artista, el objetivo de todo el proceso se basa en “hacer que la máquina pueda producir música que la gente quiera escuchar en sus auriculares, sin tener que verlo en vídeo”. Y subraya: “La máquina no está diseñada para ser un espectáculo de circo, sino para convertirse en un magnífico instrumento musical”.
El futuro de Molin y de Wintergatan aún es incierto. Según han anunciado en sus vídeos, sus planes van dirigidos a perfeccionar su obra y a construir una máquina un poco más pequeña que pueda irse de gira con el equipo y, como sugieren ellos, convertirse en “el quinto miembro de la banda”. Pero eso no es todo, Wintergatan tiene nuevos diseños de instrumentos en mente que podríamos ver en un futuro cercano. “Esta vez me gustaría tener un papel diferente. Quizás yo sea el inventor y otro equipo pueda llevar a cabo toda la construcción. De esta manera podría centrarme en la música para grabar e interpretar nuestras propias canciones”, concluye Molin. Habrá que esperar para ver en qué se convierte la actual Marble Machine X y cómo puede funcionar en un gran escenario. Lo que sí sabemos de momento es que este estrambótico artificio va a dar mucho de que hablar en el panorama musical.
Imágenes | Samuel Westergren | Wintergatan
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