Los corredores de Mountain Bike de los domingos, que salen temprano y vuelven después de la cerveza a medio camino estarán de enhorabuena. Si querían un GPS con funciones especiales para usar con su bicicleta, el Garmin EDGE 305 es lo que buscaban.
Pensado como un entrenador personal y fiel acompañante, te indica como todo GPS la posición en la que estás, almacena datos como velocidad, altitud, distancia, calorías quemadas, ritmo cardíaco e incluso número de subidas y bajadas. La información se envía de forma inalámbrica desde una cinta de pecho.
Cuenta además con funciones más especializadas como AutoLap, que cuenta las vueltas que se dan cada vez que se pasa por un punto especificado previamente.
El GPS es impermeable y se ajusta al manillar. Eso sí, cuesta 400 euros, casi como un GPS de coche.