Imagina la de bromas que podrías gastar con un aparato como este. El Talking Dog Collar se coloca al cuello del mejor amigo del hombre, o sea el perro, y se controla mediante un mando a distancia. Con él, podremos hacer que el collar diga algunas de las frases que tiene programadas, de forma que parecerá que es el perro quien las dice.
Las frases no son de muy buen gusto, precisamente. Variando entre (Pedo) Oh, estoy tan avergonzado, la comida en lata me da gases y otras como Claro que me huele el aliento, mira lo que he estado lamiendo. Lamentablemente, todas ellas están en perfecto inglés, por lo que la broma pierde la mayor parte de gracia.
Vía | RedFerret. Más información | Things you never knew existed.