HP acaba de dar lo que podría ser un paso de gigante en el mundo de las pantallas y quizá de la forma en que entendemos los dispositivos móviles. El laboratorio HP Labs en Palo Alto, California, acaba de presentar en la revista Nature una técnica para crear hologramas totalmente tridimensionales que flotan sobre una pantalla LCD convencional.
Y lo mejor del asunto es que el truco no necesita complejos sistemas de espejos móviles o láseres, sino tan sólo una pantalla LCD idéntica a las que tenemos en nuestros móviles, televisores, tabletas o portátiles y un poco de nanotecnología.
El secreto de esta novedosa técnica está en la retroiluminación. En las pantallas LCD convencionales, la luz blanca pasa a través de una capa con irregularidades que la distribuye de manera uniforme para luego enviarla a través de los correspondientes filtros de color, polarizadores y la capa de cristal líquido hasta atravesar el cristal protector y llegar a los ojos del usuario.
Lo que han hecho en HP Labs ha sido sustituir esa capa con irregularidades aleatorias por una capa labrada con surcos a escala nanométrica. Cada píxel cuenta con tres grupos de surcos que dirigen los haces de luz roja, verde y azul de manera controlada.
Imágenes flotantes
El resultado de aplicar esta capa nanotecnológica son imágenes completamente tridimensionales que flotan sobre la pantalla al más puro estilo de los hologramas que hemos visto en tantas y tantas películas de ciencia ficción.
David Fattal, coordinador del proyecto en HP Labs, llama a estos haces de luz píxeles direccionales y explica que el número de surcos por pixel determina el número de puntos de vista que tendrá el objeto tridimensional. HP Labs ha logrado recrear objetos estáticos desde 200 puntos de vista. Para objetos en movimiento, el equipo de investigadores ha logrado la nada desdeñable cifra de 64 puntos de vista a 30 fotogramas por segundo.
Un problema asociado a esta técnica es que se necesitan 200 imágenes de cada fotograma desde 200 puntos de vista diferentes para recrear el objeto. Eso deja a los píxeles direccionales como patrimonio exclusivo de los gráficos tridimensionales generados por ordenador. A menos, claro, que se encuentre la forma de grabar una película mediante 200 drones equipados con cámaras.
Sea como sea, el descubrimiento de HP Labs tiene la grandísima ventaja de ser fácil de implementar ya que funciona sobre una tecnología ya existente. Tan sólo imaginar las las posibilidades de esto unido a un sistema de detección de movimiento tipo Kinect nos lleva a interfaces parecidos a los que usa el bueno de Tony Stark en Iron Man y a que se nos pongan los dientes muy, muy largos.
Vía | MIT Technology Review
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 30 Comentarios