Puntual a la cita que nos marcó en el calendario hace unas semanas, Elon Musk nos ha revelado los primeros diseños y detalles sobre su sistema de transporte del futuro: Hyperloop. Como se esperaba, nos encontramos con detalles teóricos, imágenes conceptuales, e ideas sobre las que se sustenta el sistema.
Hyperloop se basa en un sistema de cápsulas, confeccionadas en aluminio, que viajan a través de tubos de acero que se sustentan en pilares. En algunas ocasiones, estos tubos podrán ir bajo tierra para evitar zonas pobladas, pero no será así en todo el trayecto para evitar gastos mayores.
Nos cuentan que con Hyperloop se viajará a velocidades superiores a los 1.200 kilómetros por hora, con cápsulas que están ideadas para llevar a un máximo de 28 pasajeros, pero también habrá configuraciones para transportar vehículos u otros objetos mayores. Las cápsulas se encuentran presurizadas, y flotan sobre un colchón de aire que disminuye el rozamiento.
No estamos ante un sistema de tubos de vacío con capsulas impulsadas magnéticamente, como se llegó a pensar. El tubo cerrado está relleno de aire a baja presión, y la cápsula del Hyperloop contaría con dos entradas de aire en la zona delantera, y un compresor - que funcione con energía eléctrica - comprimiría el aire, transfiriendo la alta presión del aire desde el frente hacia atrás, dando impulso para el desplazamiento, y creando un colchón al estilo del que se crea en el hockey sobre aire.
Hyperloop, alimentado con el Sol
También se adelantó que la fuente de energía de Hyperloop será solar, ahora nos informan de que habrá paneles montados sobre la superficie exterior del tubo. El gasto energético es uno de los puntos más destacados por Elon, que nos informa sobre el almacenamiento del exceso de energía, para su uso en días nublados.
Para hacernos idea de la seguridad a emplear, la distancia entre cápsulas será cercana a los 40 kilómetros, para que se pueda producir una frenada segura en caso de que haya problemas. La frenada se lograría de la misma forma, mediante motores eléctricos interactuando entre el tubo y los patines.
Desde el punto de vista de la comodidad, lo que vemos no es precisamente una experiencia fantástica para el que necesite espacio: el pasajero va reclinado en un espacio de poco más de 130 centímetros de anchura, y 110 centímetros de alto. El diámetro interno del tubo es de 330 centímetros.
Tampoco se presentan ventanillas en los diseños, en su lugar nos encontraremos con paisajes simulados, y habrá un sistema de entretenimiento que nos mantendrá ocupados si así lo deseamos.
Un tubo elevado para cada sentido
Como podéis ver en las imágenes conceptuales, se plantea que haya dos tubos, cada uno en un sentido de la marcha. En su diseño se intentará que haya las mínimas curvas posibles, y una elevación de al menos seis metros.
Además del inicio y fin de trayecto, es muy posible que haya estaciones intermedias que tendrán un papel especial a la hora de equilibrar la presión del aire y por lo tanto el funcionamiento del sistema.
Elon Musk quiere crear un prototipo
Elon Musk probablemente no construirá Hyperloop en gran escala, para eso necesitará ayuda de muchos protagonistas importantes, pero sí está entre sus pensamientos crear un prototipo funcional a medio plazo, que demuestra a terceros que su idea es válida.
El coste total del proyecto está estimado en 6.000 millones de dólares, con un tiempo de amortización de unos veinte años. Por poner un ejemplo práctico, se habla de un billete de 20 dólares por un viaje de San Francisco a Los Ángeles.
El coste subiría un 25% si hablamos de la configuración que pueda transportar algo más que pasajeros – carga o vehículos -, con tubos más grandes.
Más información | Tesla Motors
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