Qué va a ser del reproductor sin los auriculares, del portátil sin la funda o del ordenador sin ratón. Los accesorios son parte casi tan importante como el dispositivo en si, y San Valentín es una ocasión inmejorable para regalar uno de ellos.
Hay accesorios de todo tipo, de mil y un colores o incluso con atrevidas formas. Podemos encontrar casi lo inimaginable, aunque en algunos casos tendremos que pasar mucho tiempo buscando el gadget ideal, porque no es nada fácil encontrarlo.
Hoy queremos traeros algunas ideas para regalar accesorios en San Valentín. Allá vamos
Regalos para San Valentín: protege tu gadget
Generalmente no prestamos gran atención, pero una buena protección es algo muchas veces esencial, más aún en los gadgets que movemos con nosotros a diario.
Portátil, móvil, reproductor MP3, cámara de fotos, cualquier dispositivo se merece una buena protección. Además, en este tipo de accesorios tenemos un abanico de precios muy amplio, desde unos pocos euros para los bolsillos más apretados hasta varios cientos si lo que buscamos es lo mejor.
Y no tenemos por qué quedarnos simplemente en una funda. Podemos regalar un maletín, una mochila, bandolera, caja... cualquier cosa que se nos pase por la cabeza. Incluso, si ya queremos regalar algo único, una recomendación: la comunidad Etsy tiene un montón de cosas, la gran mayoría hechas totalmente a mano y por precios sorprendentemente asequibles.
Dibuja en San Valentín
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y qué mejor que regalar un buen instrumento de dibujo. En este caso lo relacionaremos con la tecnología, con lo que el resultado no puede ser otro que una tableta digital.
De entre las decenas de modelos que existen en el mercado quizá las más conocidas sean las Wacom, que hace unos meses presentaron varios modelos multitáctiles muy interesantes e innovadores. El abanico de precios parte desde los 40 euros de la más barata hasta varios cientos, todo dependiendo del modelo concreto así como de su tamaño.
Si a tu chico o chica le gusta mucho dibujar y aún no ha probado este tipo de dispositivos, seguro que resulta un buen regalo. Y por si se te escapa de presupuesto, que sepas que hay otros muchos fabricantes como Trust, Genius o NGS que también tienen modelos algo más asequibles.
Regala ese accesorio fundamental
Siempre hay un accesorio que es el fundamental. El único, el irremplazable. ¿Sabes cuál es? Te doy algunas pistas: el objetivo de la cámara reflex, el ratón del ordenador o los auriculares del reproductor. ¿Ya sabes por dónde voy?
Si es así, por aquí puedes tener el camino hacia un buen regalo. Por ejemplo, un objetivo 50mm. f1.8 que suele resultar más o menos asequible (sobre los 100-130 euros) y que aportará un extra de flexibilidad a tu cámara réflex.
O por qué no, ese ratón que siempre quisiste regalar para que tu pareja se sienta más cómoda (¡y deje de utilizar de una vez el trackpad de su portátil!). Ratones podremos encontrar desde unos pocos euros hasta modelos de unos 100 o 150 euros, pasando por todas las gamas y características. Magic Mouse o el exquisito Logitech M305 (el de la imagen) son dos simples ejemplos de todo un enorme mercado.
¿Y qué decir sobre auriculares? A mi los que más me gustan son los de tipo in-ear, aunque hay mucha gente que prefiere los grandes, los que solemos conocer más como cascos. Para estos últimos podremos encontrar productos con un sinfín de colores diferentes, mientras que los auriculares más clásicos son más serios (la verdad es que tampoco hay mucho donde diseñar) y, eso sí, más baratos.
Una vuelta a lo analógico
Muchas veces no nos damos cuenta de lo rápido que ha avanzado la tecnología en los últimos años, ni de cómo ha cambiado el mundo entero gracias a ella. Regalar un gadget del pasado, aunque ya no sea digital, es una excelente idea.
Por ejemplo, una cámara de fotos analógica si al regalado le va la fotografía. El punto más negativo es que seguro que tenemos que buscar mucho, muchísimo para encontrar algo que funcione correctamente y esté en buen estado. Pero, ¿y si lo encontramos? Un excelente regalo.
Aunque no tiene por qué ser una cámara analógica. Un ordenador antiguo (seguro que no soy el único al que le gustaría tener un Commodore como el de cuando era chaval), una consola de la infancia (¡GameBoy original!), o incluso casi cualquier nimiedad, como por ejemplo un simple teclado mecánico de los de antaño (esos que tan cómodos son pero que tanto ruido hacen. Lástima de puerto COM) o un videojuego mítico (aunque siquiera tengamos la consola para jugarlo).
¿Analógico? La historia es analógica. Otra cosa no, pero para elegir algo analógico lo tenemos bien fácil.
Imágenes | Primera del Flickr de certified su; Nikon F3 de com.my. En Xataka | San Valentín 2010
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