Las nuevas tecnologías se apoderan también del territorio que creíamos reservado a lo clásico. En este caso, nos encontramos con la RFID Digital Door Lock, una cerradura electrónica que no necesita llave para abrir, sino que funciona con una tarjeta de proximidad.
Solo hay que acercar la tarjeta al lado de la cerradura y esta nos abrirá paso automáticamente. Por si algún despistado pierde su tarjeta, también podemos abrir mediante una combinación secreta de números. Además, lleva incluida una alarma interna.
Funciona con 4 pilas AA y, en caso de que estas se agoten totalmente, incorpora unos conectores exteriores para una pila de 9 V.
Vía | Ubergizmo.
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