Si alguna vez hemos utilizado un puntero láser de los típicos para hacer presentaciones habremos comprobado que su potencia es bastante pequeña, por lo que a poca distancia acostumbra a perder visibilidad. No ocurre lo mismo con el Infiniti Green que hemos estado probando.
Claro que los objetivos de uno y otro no son los mismos, ni tampoco la potencia ofrecida o su precio. El que hemos probado ofrece una potencia de 125 mW, que entra en la categoría de peligroso. Y es cierto, resulta muy peligroso, no se trata de un juguete, tal como aclaran en todo momento en la caja en que viene.
Y es que un puntero láser con esa potencia resulta dañino a los ojos, causando daños permanentes, no solo con un enfoque directo, sino también en caso de rebote con objetos metálicos.
Funciona con dos pilas de tipo AAA y, una vez insertadas estas, podemos activarlo pulsando un pequeño botón que lo mantendrá encendido hasta que lo soltemos. La primera vez que lo hicimos lo enfocamos sobre un sofá de tela a una distancia de un par de metros y resultaba imposible mirar directamente sobre el punto de luz. Así que podemos hacernos una idea de su potencia.
Este tipo de punteros láser no están pensados para ser usados en presentaciones sino, sobretodo, para astronomía, permitiendo apuntar al cielo e indicar de que estrellas estamos hablando. Y para esta labor resultan excelentes. En ciudad, evidentemente, su uso es inútil, aunque bonito, ya que ver el haz láser perderse entre las nubes tiene un efecto casi hipnótico.
Fotografiar el resultado resulta muy complicado, así que las fotos que ofrecemos no son de muchísima calidad. La que más refleja como se ve el láser en realidad es la os mostramos aquí encima.
En definitiva, un gadget para aficionados a la astronomía y no para ir haciendo el chorra con él, tanto por su peligrosidad como por su precio, 289 dólares.
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