Qué queréis que os diga: yo me veo en un futuro cercano jugando en casa en una habitación como la del vídeo de arriba. Seguramente el presupuesto nunca me llegue, más que nada porque los proyectores que se usan cuestan cerca de medio millón de euros, pero soñar es gratis de momento.
La sala de inmersión en la realidad la ha desarrollado EON Reality, y no tiene más que 3 metros de lado, pero la sensación del que está dentro se sale de esos límites seguro a raíz de lo bien que se lo pasa.
Experiencia de juego increíble, entrenamiento virtual o viajes de bajo coste parecen, tras ver este vídeo, más cerca que nunca.
Vía | Microsiervos.