Se calcula que la subida del nivel del mar podría causar la desaparición de ciudades y regiones enteras en España y en toda la masa continental bañada por mares y océanos, y hay países enteros en esta situación. Uno de ellos es Dinamarca, donde ahora han pensado construir una isla artificial gigante para salvar a 35.000 personas.
El aumento del nivel del mar se atribuye al cambio climático y ya vimos que hay países en una primera línea de riesgo en relación a su geografía y relieve. Países Bajos figuraba en el primer lugar y Dinamarca figuraba en esa lista con un 16% de la población en riesgo, o lo que es lo mismo, con la obligación de buscarse otro lugar donde vivir, y ahí es donde colocan esta idea. Eso sí, es una medida muy drástica para paliar un efecto derivado de un daño medioambiental que a todas luces causaría otro (más local).
La lucha contra la inundación basada en invadir el mar
La gigantesca isla ya tiene nombre: Lynetteholm. En el proyecto se especifican unas dimensiones de 2,6 kilómetros cuadrados, más o menos unos 370 campos de fútbol, y se requerirán unos 80 millones de toneladas de sustrato para construirla.
Según explican en BBC, el gobierno local danés ha aprobado este proyecto en el que se levantaría esta gran isla conectada a la actual Dinamarca (sobre masa continental) de varias maneras. El país ya cuenta con el puente-tunel Uresund, que conecta al país con Suecia, así que sería alguna estructura similar a ésta para llevar carreteras y raíles.
En los planes para la isla artificial se incluye un sistema de presas, algo a lo que están acostumbrados por esas latitudes precisamente para combatir inundaciones. Como cabe pensar, tiene todos los ingredientes para que sea una construcción faraónica, de ahí las alertas sobre su indudable impacto ambiental.
De ahí que algunas organizaciones pro-medioambientales hayan llevado el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Frederik Roland Sandby, secretario general del movimiento ecologista en Dinamarca sobre el clima (Klimabevægelsen i Danmark"), ha apuntado que el impacto medioambiental del proyecto se ha maquillado con los supuestos beneficios medioambientales para la ciudad, hablando de greenwashing.
También se contempla todo el proceso de construcción y el hecho de que se tenga que emplear un gran número de grandes vehículos para llevar los materiales de construcción, maquinaria, etc. Según estas organizaciones, serán necesarios unos 350 viajes de camión cargado de material al día a través de la capital danesa desde que se empiece la construcción, además de que se contempla un riesgo de contaminación y de reducción del flujo de agua hacia el estrecho.
El coste del proyecto se calcula en 2.600 millones de euros y la ubicación de Lynetteholm sería en la zona del puerto, como decíamos con capacidad para albergar 35.000 personas. En Copenhague hay ya más de 1.250.000 habitantes, así que sería una solución para un número relativamente reducido de habitantes.
La idea es que su construcción empiece este mismo año, sin haber especificado una fecha concreta. Calculan que en 2035 ya estén hechos los cimientos y que se complete hacia 2070, con lo que se completaría en unos 50 años.
Aquí en Xataka hemos visto otras ideas para evitar las consecuencias del nivel del mar que han buscado ser algo menos impactantes, como la del MIT de que sea la propia naturaleza la que ayude. Pero de todos modos, aunque la dicha sea buena, el impacto de la construcción de una isla artificial es inminente incluso si lo que se pretende es aprovechar la energía eólica, así que veremos si se lleva a cabo (y qué pasa) o si lo logran detener.
Imagen | Ramboll
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