Según un estudio de la universidad de Eindhoven, de todos los gadgets que son devueltos a la tienda, la mitad de ellos no tiene ningún problema en su funcionamiento, sino que simplemente su nuevo dueño no lo ha podido hacer funcionar.
Para muchos de nosotros esto es inconcebible, acostumbrados como estamos a todo tipo de aparatos electrónicos con todo tipo de interfaces, pero es cierto que hay gente incapaz de hacer funcionar cualquier gadget y seguro que todos conocemos al típico pariente o amigo que siempre nos viene a preguntar a nosotros.
¿Creéis que esto es culpa de los usuarios, que en el fondo somos un poco vagos y ni siquiera nos leemos los manuales (según el estudio, un americano solo dedica 20 minutos a intentar hacer funcionar el aparato) o es culpa de los diseñadores que no son capaces de hacer gadgets funcionales pero con unos controles simples? Me viene a la cabeza el iPod, con un interfaz realmente sencillo pero que alguno no consigue entender a la primera.
Vía | MundoGeek.
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