Las Sony SmartEyeglass costarán 670 euros a los desarrolladores

Mientras Google se piensa qué hacer con sus gafas, los competidores van evolucionando sus propuestas, como es el caso de Sony y sus SmartEyeglass. Ya conocíamos sus formas y posibilidades, pero no teníamos una planificación muy clara de su disponibilidad.

Hoy sabemos que la versión para desarrolladores, mejor conocida como Sony SmartEyeglass Developer Edition SED-E1, estarán disponibles en el mes marzo, y ya se están aceptando reservas desde países como Reino Unido o Alemania. Se trata de una iniciativa parecida a la de la desaparecida edición Explorer de las Google Glass.

La principal diferencia es que el modelo de Google se iba a los 1.500 dólares, mientras el de Sony se queda en unos más asequibles 670 euros. No tenemos la lista de mercados desde la que se tendrá acceso, pero serán diez, y entre ellos estará Japón, Estados Unidos, y los dos mercados europeos citados anteriormente. A continuación tenéis el nuevo vídeo de presentación del aparato:

Lo que vimos el pasado mes de septiembre no era más que un prototipo funcional, sin el software de desarrollo acabado, que es el principal añadido de la versión SED-E1. En el paquete se ofrecerán las gafas, un controlador en el que va incorporada la batería y elementos necesarios para el funcionamiento: altavoz, micrófono, sensor táctil, o NFC.

Todo ello se podrá sustituir con el hermanamiento de un smartphone Android, para el que se han confeccionado aplicaciones que hagan uso de la conectividad y posibilidades de localización del mismo. Sony SmartEyeglass funciona con dispositivos Android 4.4 o superior.

Para el que no conozca la propuesta de Sony, las gafas cuentan con unas lentes transparentes - 85% - que representan gráficos y texto sobre ellas, y por lo tanto, sobre el mundo real. Lo que viene siendo realidad aumentada, en los dos ojos, con calidad monocromática.

Adicionalmente contamos con una cámara de tres megapíxeles, que puede tanto realizar fotos como grabar vídeo sin sonido. La batería, con un uso continuado, se va hasta los 150 minutos de vida.