Las lluvias más intensas jamás registradas: cuando el cielo se cae literalmente sobre la Tierra

Las lluvias más intensas jamás registradas: cuando el cielo se cae literalmente sobre la Tierra
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“A mala lluvia, buen paraguas”, reza el refranero español, hábil en buscar dobles lecturas hasta en las nubes. Lo que no aclara el proverbio es que no todas las lluvias son igual de intensas.

Donde sí lo saben bien es en Barot, una localidad de Guadalupe, en las Antillas, un lugar idílico bañado por el mar Caribe. Si te pasas por allí y preguntas a los vecinos de mayor edad es probable que te puedan hablar del día de 1970 en el no pudieron salir de casa porque no había paraguas, por bueno que fuera, capaz de protegerlos del intenso aguacero. Y, créeme, no exageran.

Hace ya más de 52 años, el 26 de noviembre de 1970, los lugareños de Barot se encontraron con que durante un solo minuto cayeron nada menos que 38 milímetros (mm), dato que indica la altura de la capa de agua que se acumuló por cada metro cuadrado de terreno acotado, plano e impermeable. Tan extraordinaria es la cifra que marca la lluvia más intensa desde que hay registros. Así lo certifican al menos las tablas del National Weather Service, actualizadas por última vez a finales de 2021.

Una "foto" global

Mapa Min Valores máximos de precipitación puntual registrados en el mundo.

Al manejar los récords de precipitaciones hay que ser cautos porque no resulta fácil trazar mediciones y comparaciones a escala global. La propia agencia estadounidense reconoce que algunos de sus valores son estimaciones, no ha podido verificar todas las cifras e incluso considera que la veracidad de parte de ellas es “cuestionable”. El propio registro anotado en Barot en 1970 no está exento de debate en el seno de la Organización Meteorológica Mundial. En segundo lugar se situaría la marca de 31 mm alcanzada el 4 de julio de 1856 en Unionville, Maryland (EEUU).

Eso no quita que la tabla del National Weather Service nos ayude e tener una perspectiva global de los datos disponibles o que su estudio permita ratificar dos ideas: la fuerza que puede alcanzar una buena tormenta y lo diferente que resulta la meteorología en las distintas partes del globo.

Eso y que en España quizás deberíamos pensárnoslo dos veces antes de quejarnos de la lluvia. Sobre todo si recordamos, por ejemplo, los 63 mm que soportaron en cuestión de cinco minutos los habitantes de Porto Bello, Panamá, en 1911; o los 126 mm alcanzados en 1920 en la localidad bávara de Füssen en solo ocho minutos. En ambos casos se trata de mediciones récord.

Valores

Si nos vamos a un lapso algo mayor, de 24 horas, el registro máximo lo ostenta Foc-Foc, en Isla Reunión, a unos 2.171 metros de altitud. Allí el 7 de enero de 1966 los expertos anotaron nada menos que 1.825 mm en cuestión de 24 horas. La plusmarca está reconocida por el Guiness World Records, que recuerda que semejante descarga coincidió con el paso del ciclón tropical Denise.

No es el único récord registrado en Isla Reunión, en el Océano Índico, que destaca también en los valores de 12, 72 y 96 horas, por ejemplo. Allí mismo, en el Cráter Commerson, no muy lejos de Foc-Foc, se registraron en enero de 1980 15 días durante los que descargó la friolera de 6.083 mm.

Isla Reunión no es en cualquier caso la única que destaca en las tablas del National Weather Service. Otro lugar en el que más vale salir de casa con paraguas es Cherrapunji, una ciudad de gran altitud situada en el estado de Meghalaya, al noreste de la India. El 15 de junio de 1995 sus vecinos vieron cómo arrancaba una lluvia de récord que dejó 2.493 mm en una franja de 48 horas.

El valor es tan extraordinario que hace varios años la Organización Meteorológica Mundial lo reconocía como un máximo: “El récord es particularmente notable ya que reafirma a Cherrapunji como uno de los lugares más húmedos de la Tierra”, recalcaba el organismo internacional. La región repite también en otros puntos de la tabla elaborada por los expertos de la agencia estadounidense, como la que identifica el máximo registro para doce meses: 26.470 anotados entre 1860 y 1861.

Y es que, como también dice el refranero: "Cielo rojazo, agua a porrazos".

Imágenes: John Fowler (Unsplash)

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