PAU. Habitualmente esta palabra de tres letras va asociada al apellido Gasol. Salvo durante las primeras semanas de Junio cuando se convierte para miles de jóvenes españoles en el acrónimo de Prueba de Acceso a la Universidad. Vamos, lo que siempre hemos conocido como La Selectividad.
Muchos de los chavales que superen la PAU dirigirán sus pasos a estudiar un grado de Informática y lo harán con una serie de expectativas que lo mismo no tienen demasiado que ver con lo que luego se van a encontrar. Vamos a intentar arrojar un poco de luz a estos jóvenes estudiantes que pueden andar ahora mismo algo a ciegas aunque, claro está, sin intentar influenciarles de ningún modo.
Dos vías y un destino
Lo primero es diferenciar las dos vías por las que un chico o chica puede decantarse por un grado de Informática en vez de por cualquier otro de los numerosos que se ofertan en las universidades españolas. La primera es que se trata de unos estudios con muchas salidas profesionales. Si en época de bonanza económica esto resultaba ya muy goloso, en época de crisis (interminable) la atracción de una profesión casi sin paro (aunque desde luego no es oro todo lo que reluce) es todavía mayor.
Así, por ejemplo, nos lo cuenta Felix Mellado, estudiante de un grado de Ingeniería del Software en la Universidad Rey Juan Carlos: "Los motivos que me llevaron a tomar esta decisión fueron principalmente el mercado laboral, ya que este área ha sido, es y será muy demandada, por la movilidad que te ofrece una profesión así, por el salario que se puede llegar a cobrar, en función del campo donde te enfoques y por supuesto porque era una de las opciones que me gustaba".
La otra vía es la de la vocación, chavales que programan o cacharrean con ordenadores desde pequeños y que ven como algo lógico continuar ese camino estudiando Informática. Es el caso de Juan Botías, un Ingeniero Informático por la Universidad de Jaén, que nos cuenta que "con 11 años me regalaron un ordenador (a pesar de que algunos profesores y amigos de mis padres pensaban que era demasiado joven para tener ordenador, hay que ver cómo cambian los tiempos), y en seguida aprendí a manejarme con MS-DOS, Windows 3.11 y 95, a cargarme carpetas del sistema, modificar archivos que no debía, tener que reinstalar todo... Así es como uno descubre su verdadero interés por la informática. Recuerdo un juego, Colonization, cuyos archivos se podían editar en modo texto y me dedicaba a cambiar el contenido para que los personajes hablasen con frases coloquiales. Más tarde, en el instituto, aprendimos algo de Visual Basic y descubrí que no sólo podía cambiar algunos parámetros o textos, sino que era capaz de crear nuevos programas por mí mismo, y eso fue lo que me motivó a verlo como una posible carrera de futuro".
Para J.J. Merelo, profesor de la Universidad de Granada, "La gente que entraba [a Informática] en el 88, o en el 92, era gente que había tenido un Spectrum, o un MSX, había intentado teclear programas de la Microhobby, había intentado aprender Basic por su cuenta, aunque realmente no estaban más informados sobre la carrera en sí, en su mayoría sí tenían una "vocación". Hoy en día informática es una carrera masiva, donde entre las 300 personas que comienzan en Granada, por ejemplo, hay de todo, desde quien ha tenido un profesor muy bueno en tecnología que les ha enseñado Arduino y C hasta, lo mas común, que sólo sepan usar un procesador de textos, y uno solo".
Menos vocaciones, más hype... aunque quizás esto vuelva a dar un giro gracias a las cada vez mayores posibilidades para enseñar programación a los niños y niñas.
La informática no es una carrera con siglos de historia a sus espaldas como puedan ser la medicina, la abogacía o incluso el periodismo (la primera Facultad de Informática de España, en la Politécnica de Madrid, data de mitad de los años 70 pero no se popularizaron hasta los 90 realmente) por lo que la vía de la tradición familiar, muy arraigada en aquellas carreras, todavía no tiene gran calado como para realmente considerarla como una tercera vía.
Altas expectativas
Quizás los nuevos alumnos que simplemente se han dejado llevar por el hype del "trabajo fijo" no tengan unas expectativas demasiado definidas pero en el fondo todos tienen (tenemos) una serie de ideas predefinidas en la cabeza de que es lo que se van a encontrar al entrar en la facultad: unos estudios con una parte práctica muy importante, con el ordenador como centro de todo y muy al tanto de las últimas tecnologías.
Por ejemplo, Juan Botías esperaba qué "desde el primer día usásemos el ordenador a todas horas, que nos enseñasen a manejar los sprites de un juego, a fabricar los nuestros propios (¿por qué pensábamos que los juegos eran el principal tipo de aplicación a crear?), que nos dieran nociones de hardware para "overclockear" nuestro procesador de 1 GHz, etc. En cuanto a los compañeros, esperaba que respondieran al prototipo de "nerd" de las series y películas: todos con gafas, disquetes en los bolsillos y muchos más conocimientos que los míos. Digamos que esperaba encontrar gente que hubiera realizado intrusiones en sistemas importantes, a lo Zero Cool".
Francisco García, también Ingeniero Informático por la Universidad de Jaén, no tenía unas expectativas tan específicas pero si bastante claras: "En el primer año esperaba más asignaturas de programación y menos de matemáticas". Y ojo porque aquí ya empezamos a vislumbrar alguna de las quejas más importantes.
Por su parte, Felix Mellado nos cuenta que lo que el esperaba era "Imagino que un poco lo que espera encontrarse todo el mundo. Por de pronto no tener que volver a estudiar esas asignaturas que no me importaban, y que no entendía porque yo tenía que examinarme de ellas (filosofía, literatura...), mientras que otros no se examinaban de otras (física, química...), pero esto es una guerra constante entre los de ciencias y los de letras. Por esta razón, esperaba que las asignaturas que tuviera a lo largo de la carrera me gustasen".
Además, continua Felix, "tenía la perspectiva de encontrarme buenas instalaciones, no como las que vemos en las películas de las de Estados Unidos, pero si con unos equipos informáticos modernos, sus zonas para hacer deporte, su buena cafetería donde echarse esa partidita de mus, aunque tengo que decir, que en los últimos tiempos poco voy viendo de eso ya. Con respecto a los profesores, esperaba personas involucradas, que te enseñarán aquello que te sirviera para cuando accedieras al mundo laboral, poder acudir a ellos cuando lo necesitarás, prácticas relacionadas con la asignatura... En definitiva, un mundo totalmente distinto del que provenía".
Realidad prosaica
La realidad a la que se enfrentan los nuevos alumnos es diferente. Sobre estas líneas tenemos el plan de estudios de Primero del Grado de Ingeniería Informática de la Universidad de Alicante del año 2019/20 (si cogiéramos el de cualquier otra universidad sería muy similar) y lo que nos encontramos son muchas matemáticas (Matemáticas 1 y 2, Matemática Discreta) y mucha base teórica (Fundamentos de los Computadores, Fundamentos Físicos, Sistemas y Tecnologías de la Información).
Apenas un par de asignaturas de programación (y muy de base también) y una de base de datos (algo que se agradece pero que no es tampoco lo habitual en el resto de universidades, donde las bases de datos van a segundo normalmente). Ninguna "maría" en el horizonte.
Nada de convertirte en un hacker en primero de carrera, pues. ¿Decepción? "No utilizaría la palabra decepcionado, pero claramente no es el mundo de color de rosas con el que esperé encontrarme. Respecto a las asignaturas, he visto que no todas me han gustado, esto me ha pasado pocas veces la verdad, pero son un verdadero calvario, añadele a eso que ha coincido algún profesor que no sabía explicar y tampoco hacía porque le entendieras, por lo que aprobar se convertía en un reto, aún así esto es normal y tiene un pase". Son las palabras de Felix Mellado.
Francisco García tampoco se sintió decepcionado si bien "sí que me parece increíble que se pueda acabar la carrera sin saber montar una red de computadoras, programar en lenguajes más modernos, etc...".
Para Juan Botías "Los primeros meses estaba algo decepcionado/aburrido, pero en cuanto aprendimos a crear software cambiaron mis expectativas sobre la propia carrera y podría decir que cada vez estaba más ilusionado con todo lo que podía llegar a aprender. No obstante, conozco varios casos de personas que decidieron abandonar la carrera tras terminar el primer año. La verdadera decepción para mí no vino durante los años de estudiante, sino al llegar a la empresa y ver que no me habían preparado para muchos de los usos y herramientas habituales en el mundo laboral. Cosas tan obvias como el control de versiones de código, la gestión de requisitos o la integración continua eran totalmente nuevas para mí, cuando no deberían serlo".
J.J. Merelo nos da una clave para entender este primer año tan teórico y duro: "Todo el mundo tiene claro que para estudiar Físicas tienes que saber Física, e ídem para matemáticas; o que tienes que dibujar bien para tener éxito en Arquitectura. Pero en Informática parece que no está tan claro que haya que tener unos mínimos conocimientos más allá de la Tecnología, que es tan poco importante que ni siquiera hay que examinarse de ella en selectividad... el nivel con el que llegan los alumnos es muy heterogéneo y ya se nivelan en primero de carrera".
Tiene toda su lógica un primer curso "nivelador" pero eso no lo hace menos duro y puede llevar al abandono. Encontrar cifras de abandono a nivel estatal es bastante complicado pero si miramos casos particulares universidad por universidad nos encontramos con números bastante duros, del 28% de abandonos en el grado de Ingeniería Informática de la Universidad de Alicante al más del 30% en Informática y Computadores de la Universidad de Málaga. También más del 30% de abandono en la Universidad de Sevilla... aunque se va reduciendo en los últimos años.
El poder de la información
Hemos visto que los estudios de informática se han vuelto muy mainstream con el tiempo y esto puede hacer que mucha gente que no está preparada empiece un grado para luego abandonarlo. Esto es cierto pero no se puede negar que las expectativas de los nuevos alumnos chocan en gran medida con lo que se encuentran cuando entran al primer curso, lo cual puede resultar bastante frustrante incluso para buenos estudiantes. Por ello se antoja imprescindible una mejora en la comunicación universidad-alumno.
Luis Martínez, profesor de la Universidad de Jaén, nos cuenta que "los alumnos actualmente tienen más información y con una mejor accesibilidad a la misma, pero eso no significa que el alumno sea consciente del significado del grado en Ing. Informática o que sus expectativas de aprendizaje sean mejores que hace algunos años".
Además nos indica donde puede estar este problema comunicativo: "Creo que se ha hecho un esfuerzo importante sobre todo por parte de las Universidades en mejorar esta comunicación, pero quizás los estereotipos creados por los medios de comunicación y asentados en nuestra sociedad siguen haciendo complicado que los futuros alumnos tengan un visión centrada en la formación académica".
J.J. Merelo reflexiona también sobre este tema: "Para comunicar hace falta no sólo que se hable, sino que se escuche. El grado de informática es el que es; en todas las páginas web de las universidades está publicado y también en los portales de datos abiertos de las universidades (los que lo tienen) habla de las tasas de éxito, tasas de abandono, incluso en muchas universidades hay estudios de egresados que te dicen qué tasa de paro hay entre licenciados. Pero sí es cierto que no se hace, como quizás se hacía antes, un esfuerzo coordinado y exhaustivo para explicar la carrera en los diferentes institutos, sobre todo en estos tiempos en los que el número de personas que hacen un bachillerato que permite acceder a ella más fácilmente, el científico técnico, va en retroceso frente al biosanitario y al de humanidades. Es más, no se hace un esfuerzo cuando se van configurando las opciones profesionales, que puede ser incluso en 2º o 3º de ESO, especialmente en este cuando se elige Ciencias o Letras". Para terminar con un "No sé si se puede hacer más, pero creo que sí se debería hacer más".
Y los alumnos, ¿qué información habrían necesitado saber de antemano? "Eché de menos un documento o artículo con el temario de las asignaturas de matemáticas. De haber sabido su dificultad habría intentado mejorar el nivel en ellas. Estas asignaturas han sido un tapón para mucha gente" nos dice Francisco García.
Por su parte, Felix Mellado nos cuenta que "viéndolo desde la perspectiva de ahora, me hubiese gustado tener más información de lo que pretendía estudiar, para qué servían todas aquellas asignaturas, que aplicaciones prácticas, me refiero en la vida real, tienen, más charlas, seminarios... Esto es una cuestión importante ya que no se hasta qué punto somos conscientes, de que es ahí cuando estamos tomando por primera vez una de las decisiones más importantes de nuestra vida".
Finalmente para Juan Botías "salvo alguna asignatura concreta que no habría cursado de saber lo soporífera e inútil que iba a resultar, la verdad es que ni me arrepiento de la carrera que escogí ni creo que hubiese cambiado mi decisión por conocer mejor cómo iba a ser". Además les da un consejo a los futuros alumnos: "La informática es muy multidisciplinar, que el día de mañana podrán especializarse en web, aplicaciones móviles, seguridad, calidad, consultoría, big data... así que lo mejor es que aprendan un poco de todo mientras pueden, ya que el mercado estará esperando con un montón de puestos de trabajo e incluso algunos que a día de hoy ignoramos".
No es carrera para mujeres... pero debería serlo
A lo largo de todo el artículo me he venido refiriendo mayoritariamente a "chicos" o "chavales". No se trata de un masculino inclusivo sino de un problema del que adolecen los grados técnicos en general y del que la Informática no se escapa: la poca presencia femenina. Mientras que en Stanford la Informática ya es la carrera preferida por las mujeres, en España la expectativa de "muchos hombres y pocas mujeres en las aulas" esta vez si tiene su fiel reflejo en la realidad... y no sólo eso sino que incluso parece ir a peor.
Felix nos cuenta que "en mis primeros años tengo que decir que el nivel de chicas con respecto a chicos era muy, muy bajo. A lo mejor te encontrabas 5 chicas y da gracias, pero hoy esa tendencia se está reduciendo, y aunque sigue habiendo más chicos, empieza a haber muchas más chicas". Francisco nos da un porcentaje: "Aproximadamente 75% chicos, 25% chicas".
Muy similares son las palabras de Juan: "Seguramente la proporción era en torno a 5 chicos por cada chica en clase. Las únicas carreras aún más desiguales que la nuestra en la proporción de sexos eran las ingenierías industriales".
J.J. Merelo nos lo confirma: "al menos en Granada, que es de donde tengo datos, ha disminuido hasta alcanzar un mínimo hace dos años". Luis Martínez refrenda la teoría: "el porcentaje de mujeres en el grado de Ing. Informática ha descendido de forma notable en los últimos años. Las razones por la que esto ocurre son difíciles de explicar sobre todo porque era una ingeniería con un alto grado de estudiantes de género femenino. Sin embargo, quizás de nuevo la razón de la reducción de este porcentaje vuelva a deberse a estereotipos sociales que no ayudan a que las mujeres se puedan sentir cómodas en un entorno como el que se describe en esos estereotipos".
No es carrera para mujeres, parafraseando a los hermanos Coen. Según datos de 2018 el 88% de los estudiantes de Informática son hombres. Más datos: según cifras de 2017 tan sólo el 5% de los programadores de videojuegos son mujeres.
¿Qué se puede hacer para combatir esta tendencia? "No existe ninguna solución mágica, y sobre todo a corto plazo y menos todavía soluciones que podamos llevar a cabo nosotros desde la uni" nos comenta J.J. y prosigue "Hay muchas razones para esto, quizás la principal es el poco tiempo y la poca atención que se dedica a la enseñanza de la informática en Bachillerato y ESO. Una de las cosas que más te influye a la hora de elegir carrera es haber tenido una buena profesora, o profesor, de este tema. Y, desgraciadamente, con el poco tiempo que se le dedica y con los pocos profesores especializados que hay en el tema (muchos son de Físicas, o de Matemáticas, o el más friqui que dé lo que sea y tenga horas libres) es difícil que se desarrolle una vocación por esa carrera (claro, me podrías decir que de derecho no hay profesores ni buenos ni malos, porque no hay, y sin embargo la gente lo elige). Pero en eso y muchas otras cosas, como la percepción de qué es exactamente la Informática y su grado de dificultad y si necesitas o no habilidades innatas (pista: no) influyen al final en la falta de vocaciones. Lo que es un problema y lo será, mucho más agudo, en el futuro".
Expectativas vs. realidad de una de las carreras más solicitadas de los últimos tiempos. Esperamos, nunca mejor dicho, haber arrojado algo de luz a la misma.
Pd: como hemos dicho al principio, no queremos influir... pero si ves esta charla TED y no quieres estudiar Informática, tienes un problema.
Imágenes | Karl Baron, 9gag, Super Happy Block Party, Girls Who Code
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