Hace no muchos años hablar de sistemas de camuflaje óptico resultaba algo propio de la ciencia ficción. Había ciertos proyectos pero por su precisión e integración parecían que íbamos a tardar en ver esta tecnología. No es que ahora estén precisamente a la vuelta de la esquina pero sí que han mejorado lo suficiente como para considerar que está cerca.
La última propuesta nos viene de la universidad de Houston donde el investigador Cunjiang Yu ha presentado un sistema de camuflaje optoelectrónico basado en la piel de diferentes animales marinos como los pulpos, los calamares o las sepias. ¿En qué se parecen? En que todos pueden cambiar de color al momento y camuflarse.
Ahora (no) me ves
El prototipo presentado por Cunjiang Yu tiene un tamaño de una pulgada y se trata de un dispositivo que es capaz de reconocer la luz y cambiar de color en función de ésta. De momento solo funciona con blanco y negro además de una escala de grises aunque su creador asegura que sería fácil ampliarlo de tamaño y darle soporte a más colores.
El dispositivo en cuestión es flexible y realmente fino. Compuesto por semiconductores actuadores y sensores de luz con reflectores inorgánicos y materiales orgánicos que cambian de color para, en conjunto, camuflarse con el fondo y que no sea visto. Al final del post tenéis un enlace al vídeo para que veáis cómo funciona.
¿Para qué puede ser útil este sistema? Lo más fácil es pensar en aplicaciones para sistemas militares y de defensa. Sin embargo, su creador propone otros posibles destinos: juguetes, wearables e incluso vehículos de lujo para que los ocupantes del vehículo puedan ver qué les rodea en vez del interior del coche. Hace tiempo vimos algo parecido con un sistema para ver qué teníamos justo detrás.
Vía | Phys
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